Si hubiese algún país en el que regalasen felicidad, sería, sin duda, el primer destino turístico del mundo. No existe un lugar así, pero sí hay países, ciudades o pueblos que son más felices que otros, así como destinos que, por algún motivo, parecen destilar alegría y ganas de vivir. Incluso hay un índice que mide la felicidad de los países: el Happy Planet Index. Creado por New Economics Foundation (un centro de estudios con sede en Londres), en asociación con Friends of the Earth (una organización ecologista), pretende reflejar el grado de bienestar individual y social, atendiendo a tres conceptos: el grado de bienestar, la eficiencia ecológica y la expectativa de vida en cada país. En este curioso ranking, que en 2012 ha incluido a 151 países de todo el mundo, los más desarrollados no figuran, necesariamente, en los primeros lugares.
01 Vanuatu
PACÍFICO SUR
Esta pequeña república insular del Pacífico Sur, a unos 1.750 km al este de Australia y al noreste de Nueva Caledonia, aparece siempre en este tipo de rankings. Lideró este índice de felicidad en el planeta en 2006, que tuvo en cuenta la satisfacción personal, la longevidad de su población (la esperanza media de vida en Vanuatu es de unos 70 años) y el impacto sobre el medio ambiente de su forma de vida: su medio natural está completamente intacto.
Sólo hay que viajar allí para saber por qué son felices sus gentes: sus playas de arena blanca con hamacas colgadas entre palmeras son la imagen más típica de una vida dichosa. Además, están rodeados por aguas azules y llenas de vida, y su interior está cubierto por volcanes y árboles del pan. Pero es el sentido comunitario lo que hace a Vanuatu auténticamente alegre. Las familias numerosas se congregan a menudo para festejar antiguas celebraciones y siempre hay fiestas en alguna de sus islas.
Una curiosidad que a los españoles nos gusta recordar: este archipiélago fue descubierto en 1606 por un español, Pedro Fernández de Quirós, que bautizó estas islas con el nombre de Terra Austrialia del Espíritu Santo, creyendo haber llegado a la Terra Australis.
Es mejor ir de abril/mayo a octubre, cuando la temperatura oscila entre los 18 y los 28 grados. El festival ‘tierra de buceo’ (llamado N’gol), el antecedente del puenting, se celebra entre abril y mayo durante dos días. Este rito es practicado por los hombres y los niños, algunos muy jóvenes, que saltan desde unas precarias plataformas, en una demostración de fuerza y una declaración a la mujer. Cuanto más cerca del suelo lleguen con la cabeza, los dioses brindaran una buena cosecha de ñame, su principal alimento.
02 Happy
TEJAS (EE UU)
Bienvenidos a la autoproclamada ciudad donde no se frunce el ceño. Happy (escenario de la película Salvajemente tiernos, de 1999), es un diminuto pueblo del estado de la estrella solitaria, que si no fuera por su curioso nombre, no figuraría en este listado. Si uno se deja arrastrar por el topónimo y decide viajar hasta este lugar llamado feliz, se encontrará con el típico pueblo del oeste americano: una decepcionante colección de silos y calles en damero. Sin embargo, como vamos con un espíritu de pasarlo bien encontraremos rápidamente las ventajas: en sus alrededores se puede pasear o montar a caballo entre las peculiares formaciones de roca rojiza (hoodoos) del cañón Palo Duro, el segundo más grande del país; también podremos ver bisontes e impresionantes puestas de sol en el menos famoso cañón Caprock o gastar los dólares del Salvaje Oeste en la subasta de ganado de Amarillo, al más puro estilo americano. Una experiencia para sentirnos felices como niños dentro de un auténtico western.
La subasta se celebra los jueves; las mejores temporadas para visitar los cañones son otoño e invierno, en verano hace demasiado calor.
03 Montreal
QUEBEC (CANADÁ)
Limpia, acogedora y refrescantemente multicultural. La ciudad canadiense de Montreal es feliz todo el año, aunque si se visita en julio te puedes morir de risa. El festival Just For Laughs (o festival Ha ha ha) se celebra en verano y abarrota los locales de la ciudad con el mejor humor en inglés y francés. Es una de las reuniones de cómicos más importante del planeta y acoge a destacados humoristas. Las entradas para las actuaciones se agotan rápido y el éxito está garantizado hasta en los números menos conocidos. Con todo, si no se consiguen entradas, uno se ríe igual, ya que en el Barrio Latino hay actuaciones callejeras todas las noches, desfiles de marionetas y fuegos artificiales.
04 Bután
Este pequeño país de Asia es otro de los que figuran siempre en los listados de los lugares más felices del mundo. En el reino de Bután los monasterios cuelgan de los acantilados agarrados a cabellos de ángeles, en los hogares hay pintados unos enormes penes, los calcetines de rombos son parte del traje tradicional y no existen los semáforos. ¿Hay algo que no resulte atrayente? De hecho, esta Shangri-La del Himalaya es tan jovial que la felicidad nacional bruta es una medida oficial, una forma de asegurar que la gradual modernización del país (apenas perceptible) no interfiere en su espiritualidad budista. Cuando se está a un paso de las montañas más altas del mundo, eternamente cubiertas de nieve, y entre banderas de oración ondeando como un público agradecido, resulta casi imposible intentar borrar la sonrisa del rostro.
Los visitantes de Bután han de pagar una cuota diaria para poder viajar en circuitos organizados.
05 Wuyi Shan
CHINA
Con su cautivador nombre, Tian XIng Yong Le (Templo Siempre Feliz) es imposible que en este lugar vivan tristes. Este templo de la provincia de Fujian, en el agreste norte chino, está ubicado en un reino de valles secretos salpicados de cascadas y horadados con misteriosas cavernas. Para llegar a la Cueva de la Cortina de Agua y al pico del Viaje Celestial hay que subir unas escaleras talladas en la roca, rodear plantaciones de té y atravesar arboledas de bambú. También se puede pasear en sencillas balsas con sillas de junco por el río de las Nueve Curvas y observar los nichos de 4000 años de antigüedad excavados en las paredes de los acantilados.
Para evitar las aglomeraciones es mejor ir entre semana; los paseos en barco salen de Xing Cun y duran una hora.
06 Malaui
Otro lugar sorprendente en lo que a felicidad se refiere es Malawi. Lo llaman el cálido corazón de África y sus habitantes son famosos por sus sonrisas amplias y francas y por la efusiva bienvenida que ofrecen a los viajeros, a pesar de ser uno de los países más pobres del mundo. Podemos comprobar las sonrisas que salen a nuestro paso en los mercados de tallas de madera de la capital Lilongüe, en las arenosas costas del lago Malaui o en el monte donde pastan los elefantes del Parque Nacional de Liwonde. Para volver recíproca esa alegría se recomienda apuntarse en un voluntariado y aportar un granito de arena para ayudar a los lugareños (el 85% de la población vive en asentamientos tradicionales).
07 Andorra
Si la buena salud es un indicador de la felicidad, los habitantes de este pequeño principado entre España y Francia deben de tener la más amplia de las sonrisas, ya que disfrutan de uno de los mayores índices de esperanza de vida del mundo: 82,5 años, el sexto más alto en el ranking 2012 de The World Factbook, informe anual de la CIA. Los españoles lo tenemos muy fácil para comprobar las razones que lo explican. Tiene que ser por el aire de los Pirineos y las actividades al aire libre: esquí en invierno y paseos y bicicleta en verano. Su serenidad también proviene de la paz del país, que no ha padecido una guerra en los últimos 700 años. Por último, está la comida: se puede visitar una de las tradicionales bordas y degustar un plato de setas, trucha de río o jabalí, y sentir cómo nos rejuvenecen los productos naturales.
A Andorra se llega cómodamente desde Girona, Lleida o Barcelona. Fuera de la temporada de esquí, el pequeño principado es un paraíso para el excursionismo y actividades en la naturaleza (y sigue siendo perfecto para las compras).
08 Hidakagwa
WAKAYAMA (JAPÓN)
Cuando la diosa Niutsuhime No-Mikoto se quedó dormida y no acudió a la reunión de los kami (espíritus japoneses), los ocho millones de deidades restantes se rieron de ella. Así nació una tradición: todos los años, los habitantes de Hidakagwa, presididos por un payaso, salen a la calle con carrozas decoradas. Tañen campanas y gritan “¡Warau!¡Warau! (¡reíd!¿reíd!) a los espectadores. Todo el mundo sonríe y un buen humor contagioso (que no depende del vino de arroz que se consume en abundancia) acompaña durante todo el camino hasta llegar al santuario de Niu.
Wakayama se ubica en Kansai, región de la isla de Honshu; el Festival Warai (de la Risa) se celebra en octubre.
09 Colombia
Sorprende que Colombia figure en los primeros puestos de los listados de países más felices del planeta, a pesar de sus problemas, como las guerrillas o el narcotráfico. Los que visitan ahora el país resaltan el cambio que se ha producido en los últimos años y el ambiente alegre que se respira por todas partes, ya sea en la costa caribeña o en las callejuelas de Bogotá. De hecho, en el ranking de los países más felices de 2012 figura en el tercer puesto. La seguridad ha mejorado notablemente en los últimos tiempos y el país vive una contagiosa energía. Para vivir este vocinglero país en toda su pasión lo mejor es asistir a un partido de fútbol (la obsesión nacional), a un concierto de cumbias o a uno de sus innumerables festivales religiosos. Y si lo que se busca es el relax del Caribe, nada como Cartagena de Indias, una de las ciudades coloniales más bellas del mundo.
Se recomiendan las cumbias del Carnaval de Barranquilla (antes del Miércoles de Ceniza) y evitar octubre y noviembre, los meses más lluviosos.
10 Dinamarca
Hemos reservado para el final el que ha sido declarado como país con mayor bienestar del mundo. Dinamarca figura a la cabeza de esta categoría en el Índice de la felicidad en 2012. El nivel de vida es muy alto, el transporte llega a su hora, todo el mundo tiene casa en la playa, los carriles-bici atraviesan ciudades, bosques y valles, y los restaurantes sirven la mejor comida del norte de Europa… y de todo el planeta: el Noma, en Copenhague, ha sido elegido el mejor del mundo por tercer año consecutivo. En la capital danesa hay que visitar también sus cafés, en los fiordos del norte de Jutlandia hay que probar la piragua y si se quiere recorrer el país, y descubrir por qué sonríen tanto, lo mejor es seguir alguna de las 11 rutas ciclistas nacionales. Descubriremos (no sin cierta envidia) lo que es la buena, y feliz, vida.
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