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La gastronomía de Mongolia

Por: Sergio Barragan Vega 

Mongolia, un país de historia, una tierra verde y extensa donde abundan hermosos paisajes conformados por estepas, montañas y animales silvestres que corren por los campos dándole vida a tanta naturaleza. Ha sido la cuna de una de las civilizaciones más grandes, temidas y fuertes, que en su auge llegó a conquistar casi la totalidad del continente asiático y la mitad de Europa, con una cultura gastronómica tan única, diversa y rica que vale la pena conocer.

Ubicada en Asia central, Mongolia limita al sur con China y al norte con Rusia, es el décimo noveno país más grande del mundo, con un territorio de 1.565.000 Kilómetros cuadrados, conformado en un 30% con agrupaciones nómadas, quienes son la base principal de esta cultura gastronómica.(Mongolia, 2014)

Esta vida nómada ha marcado en gran medida la gastronomía del país que si bien ha cambiado durante las últimas décadas como consecuencia de la importación de nuevos productos, todavía tiene sus raíces en tradiciones centenarias (Norell, 2012).Gracias a los grandes viajes emprendidos, distancias recorridas y al vasto territorio conquistado antiguamente, que daba lugar a diferentes climas y alimentos disponibles, surgieron muchas formas de preparar los alimentos y a su vez de conservarlos, modos que usan aun hoy en día en su cocina tradicional.

La gastronomía mongola se basa en una gran variedad de productos hechos a base de carnes y lácteos, debido al gran número de animales que la habitan como las ovejas, las cabras, los yak, los camellos y los caballos que permiten obtener productos y subproductos importantes para su alimentación. (Norell, 2012)

Entre sus platos típicos más reconocidos se encuentran el Khorkhog, una preparación tradicional generalmente conformada por carne de cordero en trozos, leche y verduras, que se cocina gracias al calor emitido por piedras calientes..(Iniesta, s.f).El Khuushuur, Buuz y Bansh, empanadillas típicas de Mongolia rellenas de ternera o cordero sazonadas con ajo o cebolla y que difieren en su forma de cocción.(Iniesta, s.f) También se encuentra el famoso Steak Tartar, que en sus orígenes fue muy diferente de cómo lo conocemos hoy en día ya que en la antigüedad los mongoles colocaban carne cruda entre su silla de montar y el espinazo del caballo, con el fin de que debido a en sus largas distancias cabalgando se ablandara la carne y así se facilitara su consumo.(Gastronomía)

 

Steak Tartat                                               Buzz

Khuushuur

Las bebidas consumidas en este país provienen en su mayoría de la leche, ésta ha sido usada en Mongolia como más que una bebida, también es la base para muchas de sus preparaciones. Como derivadas de ésta podemos encontrar el Airag mejor conocido como Kumis, que se hace a partir de leche fermentada de yegua y puede llegar a ser tan popular como la cerveza tradicional. El queso Aruul hecho con leche de yak, camella o yegua, provee a los nómadas de energía y vitaminas necesarias para sus largos recorridos. También se encuentra el Arkhi un licor de leche que es la bebida con la que se deleita y se expresa la tradición mongola.(Norell, 2012)

Estos platos mencionados anteriormente son apenas una pequeña muestra de lo mucho que emana esta cultura, y que no se encuentran con mucha frecuencia en los restaurantes. Sin embargo se dice que los aldeanos y las tribus nómadas son muy amigables con los extranjeros, y les encanta agasajar a los invitados ‘’turistas’’ compartiendo su comida y su estilo de vida con ellos,(Norell, 2012)y dando a conocer sus costumbres, razón por la cual se vuelve un sitio tan especial, en el que se siente el cariño de la gente.

Una gastronomía y una cultura que se atesora dentro de los corazones de los habitantes y especialmente los nómadas, que a pesar del tiempo aún conservan esas tradiciones tan antiguas, y  merecen ser reconocidas. Hoy en día tenemos casi cualquier cosa que queramos a nuestro alcance, pero nos hemos alejado de lo tradicional, de lo natural y de lo cultural, que de forma intrínseca es la esencia y el espíritu de una cultura, como es el caso de Mongolia.