El pueblo gitano
Bandera y significado:La bandera gitana fue establecida por primera vez durante el Primer Congreso Gitano celebrado en Londres en 1971, durante el cual se perfiló también el que sería el himno gitano (Gelem Gelem).
Es una adaptación de la bandera de la India[cita requerida]. Se divide en dos franjas horizontales, azul y verde, con una rueda roja en el centro. La parte superior, azul, simboliza el cielo, que es el techo del hogar del pueblo romaní. La inferior, de color verde, simboliza el suelo, el mundo por el que transitan. La rueda, también presente en la bandera de la India, expresa los deseos de libertad de circulación más allá de las fronteras establecidas.
La bandera gitana es seña de identidad de la comunidad romaní disgregada por todo el planeta. Como tal fue empleada durante el funeral del cantante flamenco andaluz Camarón de la Isla (1950-1992), cuyo féretro fue cubierto con esta enseña.
Historia del pueblo gitano
El origen de los gitanos, también conocidos como pueblo rom, roma o romaní, es todavía hoy objeto de controversia. Existen varias razones que explican la oscuridad que envuelve a este asunto. En primer lugar, la cultura gitana es fundamentalmente ágrafa y despreocupada por su historia, de manera que no han conservado por escrito su procedencia. Su historia ha sido estudiada siempre por los no romaníes, con frecuencia a través de un tamiz fuertemente etnocentrista. Los primeros movimientos migratorios datan del siglo X, de manera que mucha información se ha perdido. Es importante señalar también que los primeros grupos de gitanos llegados a la Europa occidental fantaseaban acerca de sus orígenes, atribuyéndose una procedencia misteriosa y legendaria, en parte como estrategia de protección frente a una población ante la que eran minoría, en parte como puesta en escena de sus espectáculos y actividades.
Un campamento gitano cerca deArlés, visto por el pintor Vincent van Gogh.
Otro problema que hay que tener en cuenta es que la pertenencia (o no) a la comunidad gitana es una cuestión disputada. No existe una delimitación clara dentro de la propia comunidad (ni fuera) acerca de quién es gitano y quién no lo es. Es decir, la denominación gitano puede en ocasiones no ser estrictamente étnica, sino socioeconómica: en ocasiones se tiene por gitano a una persona de extracción muy humilde, no habiendo sido sus progenitores tenidos por tales en su día.
Las principales fuentes de información son los testimonios escritos, los análisis lingüísticos y la genética de poblaciones.
El término gitano y la cuestión de su origen geográfico
El término español «gitano» parece ser una corrupción de egiptano,1 aplicado a este pueblo por la creencia errónea de que procedía de Egipto. En el siglo XVIII, el estudio del idioma romaní, propio de los gitanos, confirmó que se trataba de un idioma índico, muy similar al panyabí o al hindi occidental.2 Esto indicaba que el origen del pueblo gitano se halla en el noroeste del subcontinente indio, en la zona en la que actualmente se encuentra la frontera entre los Estados modernos de India y Pakistán. Este descubrimiento lingüístico se ha visto además respaldado por estudios genéticos.
Los estudios genéticos y lingüísticos parecen confirmar que los rom son originarios del subcontinente indio, posiblemente de la región del Panyab. La causa de su diáspora continúa siendo un misterio. Unas teorías sugieren que fueron originariamente individuos pertenecientes a una casta inferior reclutados y enviados a luchar al oeste contra la penetración musulmana. O tal vez los propios musulmanes conquistaron a los rom, los esclavizaron y los trajeron al oeste, donde formaron una comunidad separada. Esta última hipótesis se basa en un relato de Mahmud de Ghazni, que informa de 50.000 prisioneros durante una invasión turco-persa del Sindh y del Panyab. Por qué los rom escogieron viajar al oeste en lugar de regresar a su tierra constituye otro enigma, aunque la explicación puede haber sido el servicio militar bajo dominio musulmán.
Lo que es aceptado por la mayoría de los investigadores es que los romaníes podrían haber abandonado la Indiaen torno al año 1000 y haber atravesado lo que ahora es Afganistán, Irán, Armenia y Turquía. Varios pueblos similares a los gitanos viven hoy en día en la India, aparentemente originarios del estado desértico de Rayastán, y a su vez, poblaciones gitanas reconocidas como tales por los propios gitanos habitan todavía en Irán con el nombre de lurios.
Si bien las pruebas documentales comienzan a ser fiables sólo a partir del siglo XIV, algunos autores contemporáneos han rebajado la fecha del año 1000 o incluso antes. Ciertos datos sugieren que las primeras referencias escritas de la existencia del pueblo rom son anteriores: un texto que relata cómo Santa Atanasia de Egina repartió comida en Tracia a unos «extranjeros llamados atsigani» (del griego Ατσίνγανος') durante la hambruna del siglo IX, en plena época bizantina. Incluso antes, a principios del mismo siglo, en el año 803,Teófanes el Confesor escribe que el emperador Nicéforo I echó mano de la ayuda de ciertos atsigani, que con su magia le habrían ayudado a contener una revuelta popular.
«Atsinganoi» fue un término usado también para referirse a adivinadores ambulantes y ventrílocuos y hechicerosque visitaron al emperador Constantino IX en 1054. Un texto hagiográfico (Vida de San Jorge anacoreta) refiere cómo los «atsigani» fueron llamados por Constantino para ayudarle a limpiar los bosques de fieras. Más tarde serían descritos como hechiceros y malhechores y acusados de intentar envenenar el galgo favorito del emperador. La extensión de ese término generaría los modernos sustantivos tzigane, Zigeuner, zingari y zíngaros.
Un relato histórico-legendario del siglo X titulado Crónica Persa, de Hazma de Ispaham, menciona a ciertos músicos solicitados al rey de la India, a los que llamó zott. El Libro de los Reyes (o Shahnameh, fechado en 1010), del poeta Firdusi cuenta una historia similar: varios miles de Zott, Rom o Dom («hombres») habrían partido del actual Sindh (puede que del río Indo) con objeto de entretener al rey de Persia con sus espectáculos. El rey había recibido a 12.000 juglares o trovadores, mujeres y hombres a los que asignó tierras y también les dio trigo y animales a fin de que tuvieran de qué vivir y pudieran divertir gratuitamente a su pueblo. Después del primer año esta gente habían descuidado lo que el rey les había dado y malgastado los recursos hallándose carenciados. El rey Behram, indignado, les ordenó que recogieran sus asnos y sus instrumentos de música y recorrieran el país, ganándose su sustento cantando.Por lo tanto estas personas desde ese momento, según el relato van de un lado a otro del mundo buscando un sustento.
A partir de ahí, tras una larga estancia en esa región, y ya descritos como un pueblo que rechazaba vivir de la agricultura, se habrían esparcido en dos grupos migratorios: uno hacia el sudoeste y Egipto, otro hacia el noroeste y Europa.
Si bien no existe consenso definitivo sobre esta cuestión, la opinión más extendida se ve avalada por las siguientes evidencias del origen asiático de los gitanos:
Desde su llegada a tierras europeas, uno de los rasgos de la comunidad gitana que más llamó la atención de los demás pueblos era su extraño idioma, muy diferente de los hablados en Europa. La primera reproducción escrita del idioma romaní se remonta a una enciclopedia de título Fyrst Book of the Introduction of Knowledge (Primer libro de introducción al saber) cuyo autor fue Andrew Boorde. Esta obra, completada en 1542 y publicada en 1547, recogía ejemplos de frases en lo que el autor llamaba Egipt speche (‘habla egipcia’), dando por válida la creencia popular de que los gitanos procedían de Egipto.3
Durante los dos siglos siguientes aparecen más menciones escritas del idioma romaní. En España, el marqués de Sentmenat publica alrededor de 1750 un pequeño vocabulario del romaní hablado en la península ibérica.4
Uno de los primeros o el primer documento en que se propone identificar el idioma romaní como un idioma indio es un trabajo de Szekely de Doba en la Gaceta de Viena en 1763. En este artículo comenta que el predicador Vali, de la Universidad de Leiden, estudió el idioma de unos estudiantes de Malabar del distrito de Zigania, nombre que le recordó el de los zíngaros y que posteriormente expuso el vocabulario a gitanos de Almasch (Komora, Eslovaquia), comprobando que estos entendían las palabras.5
A nivel académico, el descubrimiento del origen indio del romaní corresponde al alemán Johann Rüdiger, catedrático de la Universidad de Halle, quien en 1782 publicó un artículo de investigación lingüística,6 en el que analizaba el habla de una mujer gitana, Barbara Makelin, y la comparaba con el idioma recogido en una gramática alemana del hindustaní (el nombre con el que se conocía antiguamente a los actuales hindi y urdu). En su artículo, Rüdiger reconocía la influencia en sus investigaciones del diccionario de romaní de Hartwig Bacmeister, de 1755, a quien ya en 1777 había comunicado sus ideas, así como su deuda hacia su profesor Christian Büttner, que años antes había aventurado la posibilidad de un origen indio o acaso afgano de los gitanos. Sin embargo, fue Rüdiger quien estableció, mediante su comparación entre la descripción gramatical del indostaní y el habla de Barbara Makelin, que las similitudes entre ambas variedades lingüísticas evidenciaban un origen común.
Estudios subsiguientes del idioma romaní han mostrado un estrecho parentesco con el panyabí y el hindioccidental, tanto en su vocabulario fundamental como en sus estructuras gramaticales y en los cambios fonéticos. Las investigaciones de Alexandre Paspati (Études sur les Tchinghianés, publicado en Constantinopla en 1870), de John Sampson (The dialect of the gypsies of Wales, 1926) y de los suecos Gjerdman y Ljungberg (La lengua del gitano sueco trabajador del cobre Dimitri Taikon, publicado en 1963)3 evidencian que existe una unidad dentro del romaní que se extiende por toda Europa. Los estudios citados recogían muestras del romaní griego, galés y sueco, respectivamente. Queda demostrado así que el vocabulario básico coincide de manera relevante (nota: no se transcribe la grafía original):
Castellano: grande. Sánscrito: vadra; hindi: bara; grecorromaní: bara; romaní galés: baro; romaní kalderash (sueco): baró.
Castellano: cabello. Sánscrito: vála; hindi: bal; grecorromaní: bal; romaní galés: bal; romaní kalderash (sueco): bal.
Determinadas características gramaticales índicas se mantienen en el romaní contemporáneo (y algunas incluso en el caló español actual):
el final en -e para el masculino y en -i para el femenino
la formación de abstractos por añadido de -ben o -pen: taco (cierto) se convierte en taciben (verdad).
sustitución del genitivo por un final adjetivado: dadésko gras (el caballo del padre, donde dad es padre y grascaballo).
Orígenes legendarios
La procedencia de los gitanos ha sido objeto de todo tipo de fantasías. Han sido considerados descendientes de Caín, o relacionados con la estirpe de Cam. Algunas tradiciones los han identificado con magos caldeos de Siria, o con una tribu de Israel extraviada en el Egipto faraónico. Una antigua leyenda balcánica los hace forjadores (o ladrones) de los clavos de Cristo, motivo por el cual habrían sido condenados a errar por el mundo, si bien no hay ninguna prueba que sitúe a los gitanos en Oriente Medio en esa época.Primer movimiento migratorio del siglo X
Los estudios genéticos y lingüísticos parecen confirmar que los rom son originarios del subcontinente indio, posiblemente de la región del Panyab. La causa de su diáspora continúa siendo un misterio. Unas teorías sugieren que fueron originariamente individuos pertenecientes a una casta inferior reclutados y enviados a luchar al oeste contra la penetración musulmana. O tal vez los propios musulmanes conquistaron a los rom, los esclavizaron y los trajeron al oeste, donde formaron una comunidad separada. Esta última hipótesis se basa en un relato de Mahmud de Ghazni, que informa de 50.000 prisioneros durante una invasión turco-persa del Sindh y del Panyab. Por qué los rom escogieron viajar al oeste en lugar de regresar a su tierra constituye otro enigma, aunque la explicación puede haber sido el servicio militar bajo dominio musulmán.
Lo que es aceptado por la mayoría de los investigadores es que los romaníes podrían haber abandonado la Indiaen torno al año 1000 y haber atravesado lo que ahora es Afganistán, Irán, Armenia y Turquía. Varios pueblos similares a los gitanos viven hoy en día en la India, aparentemente originarios del estado desértico de Rayastán, y a su vez, poblaciones gitanas reconocidas como tales por los propios gitanos habitan todavía en Irán con el nombre de lurios.
Si bien las pruebas documentales comienzan a ser fiables sólo a partir del siglo XIV, algunos autores contemporáneos han rebajado la fecha del año 1000 o incluso antes. Ciertos datos sugieren que las primeras referencias escritas de la existencia del pueblo rom son anteriores: un texto que relata cómo Santa Atanasia de Egina repartió comida en Tracia a unos «extranjeros llamados atsigani» (del griego Ατσίνγανος') durante la hambruna del siglo IX, en plena época bizantina. Incluso antes, a principios del mismo siglo, en el año 803,Teófanes el Confesor escribe que el emperador Nicéforo I echó mano de la ayuda de ciertos atsigani, que con su magia le habrían ayudado a contener una revuelta popular.
«Atsinganoi» fue un término usado también para referirse a adivinadores ambulantes y ventrílocuos y hechicerosque visitaron al emperador Constantino IX en 1054. Un texto hagiográfico (Vida de San Jorge anacoreta) refiere cómo los «atsigani» fueron llamados por Constantino para ayudarle a limpiar los bosques de fieras. Más tarde serían descritos como hechiceros y malhechores y acusados de intentar envenenar el galgo favorito del emperador. La extensión de ese término generaría los modernos sustantivos tzigane, Zigeuner, zingari y zíngaros.
Un relato histórico-legendario del siglo X titulado Crónica Persa, de Hazma de Ispaham, menciona a ciertos músicos solicitados al rey de la India, a los que llamó zott. El Libro de los Reyes (o Shahnameh, fechado en 1010), del poeta Firdusi cuenta una historia similar: varios miles de Zott, Rom o Dom («hombres») habrían partido del actual Sindh (puede que del río Indo) con objeto de entretener al rey de Persia con sus espectáculos. El rey había recibido a 12.000 juglares o trovadores, mujeres y hombres a los que asignó tierras y también les dio trigo y animales a fin de que tuvieran de qué vivir y pudieran divertir gratuitamente a su pueblo. Después del primer año esta gente habían descuidado lo que el rey les había dado y malgastado los recursos hallándose carenciados. El rey Behram, indignado, les ordenó que recogieran sus asnos y sus instrumentos de música y recorrieran el país, ganándose su sustento cantando.Por lo tanto estas personas desde ese momento, según el relato van de un lado a otro del mundo buscando un sustento.
A partir de ahí, tras una larga estancia en esa región, y ya descritos como un pueblo que rechazaba vivir de la agricultura, se habrían esparcido en dos grupos migratorios: uno hacia el sudoeste y Egipto, otro hacia el noroeste y Europa.
Si bien no existe consenso definitivo sobre esta cuestión, la opinión más extendida se ve avalada por las siguientes evidencias del origen asiático de los gitanos:
Evidencias lingüísticas del origen asiático de los gitanos
Romaní
Desde su llegada a tierras europeas, uno de los rasgos de la comunidad gitana que más llamó la atención de los demás pueblos era su extraño idioma, muy diferente de los hablados en Europa. La primera reproducción escrita del idioma romaní se remonta a una enciclopedia de título Fyrst Book of the Introduction of Knowledge (Primer libro de introducción al saber) cuyo autor fue Andrew Boorde. Esta obra, completada en 1542 y publicada en 1547, recogía ejemplos de frases en lo que el autor llamaba Egipt speche (‘habla egipcia’), dando por válida la creencia popular de que los gitanos procedían de Egipto.3
Durante los dos siglos siguientes aparecen más menciones escritas del idioma romaní. En España, el marqués de Sentmenat publica alrededor de 1750 un pequeño vocabulario del romaní hablado en la península ibérica.4
Uno de los primeros o el primer documento en que se propone identificar el idioma romaní como un idioma indio es un trabajo de Szekely de Doba en la Gaceta de Viena en 1763. En este artículo comenta que el predicador Vali, de la Universidad de Leiden, estudió el idioma de unos estudiantes de Malabar del distrito de Zigania, nombre que le recordó el de los zíngaros y que posteriormente expuso el vocabulario a gitanos de Almasch (Komora, Eslovaquia), comprobando que estos entendían las palabras.5
A nivel académico, el descubrimiento del origen indio del romaní corresponde al alemán Johann Rüdiger, catedrático de la Universidad de Halle, quien en 1782 publicó un artículo de investigación lingüística,6 en el que analizaba el habla de una mujer gitana, Barbara Makelin, y la comparaba con el idioma recogido en una gramática alemana del hindustaní (el nombre con el que se conocía antiguamente a los actuales hindi y urdu). En su artículo, Rüdiger reconocía la influencia en sus investigaciones del diccionario de romaní de Hartwig Bacmeister, de 1755, a quien ya en 1777 había comunicado sus ideas, así como su deuda hacia su profesor Christian Büttner, que años antes había aventurado la posibilidad de un origen indio o acaso afgano de los gitanos. Sin embargo, fue Rüdiger quien estableció, mediante su comparación entre la descripción gramatical del indostaní y el habla de Barbara Makelin, que las similitudes entre ambas variedades lingüísticas evidenciaban un origen común.
Estudios subsiguientes del idioma romaní han mostrado un estrecho parentesco con el panyabí y el hindioccidental, tanto en su vocabulario fundamental como en sus estructuras gramaticales y en los cambios fonéticos. Las investigaciones de Alexandre Paspati (Études sur les Tchinghianés, publicado en Constantinopla en 1870), de John Sampson (The dialect of the gypsies of Wales, 1926) y de los suecos Gjerdman y Ljungberg (La lengua del gitano sueco trabajador del cobre Dimitri Taikon, publicado en 1963)3 evidencian que existe una unidad dentro del romaní que se extiende por toda Europa. Los estudios citados recogían muestras del romaní griego, galés y sueco, respectivamente. Queda demostrado así que el vocabulario básico coincide de manera relevante (nota: no se transcribe la grafía original):
Castellano: grande. Sánscrito: vadra; hindi: bara; grecorromaní: bara; romaní galés: baro; romaní kalderash (sueco): baró.
Castellano: cabello. Sánscrito: vála; hindi: bal; grecorromaní: bal; romaní galés: bal; romaní kalderash (sueco): bal.
Determinadas características gramaticales índicas se mantienen en el romaní contemporáneo (y algunas incluso en el caló español actual):
el final en -e para el masculino y en -i para el femenino
la formación de abstractos por añadido de -ben o -pen: taco (cierto) se convierte en taciben (verdad).
sustitución del genitivo por un final adjetivado: dadésko gras (el caballo del padre, donde dad es padre y grascaballo).
Evidencias lingüísticas de la migración gitana
De acuerdo con los estudios de Terrence Kaufman (1973), el origen del idioma romaní, basado en los dialectos europeos, puede localizarse en la India central y posteriormente pueden documentarse préstamos lingüísticos que ha ido adquiriendo en los territorios por donde migraba, que irían desde el siglo II a. C. al siglo XIV d. C.: así tiene préstamos del persa de su paso por Persia, pero no del idioma árabe, lo que demuestra que su paso por Persia fue anterior a su islamización hacia 900 d. C. De hacia los siglos XI-XII tiene préstamos de idiomas del Cáucaso (oseta,georgiano y armenio). Luego se detecta la migración hacia Turquía, donde recibe préstamos del griego, pero no del turco, lo cual indica que su paso fue anterior a la invasión turca. Hacia 1300 d. C. se produciría la entrada en losBalcanes, donde adquirió préstamos de los idiomas eslavos. Posteriormente los dialectos europeos del romaní se dividen, aunque Kaufmann indica una distinción entre los que tienen influencia léxica del idioma rumano y los que no, que serían los gitanos de Bulgaria y los de España.
Los estudios genéticos corroboran la evidencia lingüística que sitúa el origen del pueblo gitano en el Subcontinente Indio.
Estudios genéticos realizados en gitanos búlgaros, bálticos y valacos sugieren que cerca del 50% de loscromosomas Y del ADN mitocondrial pertenecen al haplogrupo hombre H y al haplogrupo mujer M, ampliamente extendidos en Asia del Sur y Asia Central. Los hombres se corresponden mayoritariamente con los haplogrupos H (50%), I (22%) y J2 (14%), Rlb (7%); las mujeres al H (35%), M (26%), U3 (10%), X (7%) y otros (20%). Tales haplogrupos son raros en los no gitanos, y el resto se encuentran esparcidos por toda Europa. Los haplogrupos femeninos U2i y U7 prácticamente no existen en las mujeres gitanas, pero están presentes en Asia del Sur (cerca del 11%-35%).
Se puede calcular que aproximadamente la mitad del patrimonio genético gitano es parecido al de los grupos europeos circundantes. Pero los hombres gitanos del grupo sinti de la Europa Central son H (20%), J2 (20%) con una frecuencia elevada de R2 (50%), frecuencia que se encuentra también en la India, concretamente en Bengala Occidental y entre los cingaleses de Sri Lanka. El marcador M217, presente en un 1,6% de los hombres gitanos, se halla asimismo en Bengala Occidental (Kivisild y otros, 2003). Los haplogrupos L que se detectan en el 10% de los indios y pakistaníes no se registran entre los gitanos (el equipo de Greshman no parece haber investigado el haplogrupo L), ni tampoco en los originarios de Bengala Occidental. A partir de la base de datos YHRD (Y Chromosome Haplotype Reference Database),7 se puede comprobar que algunas poblaciones gitanas europeas poseen un gran porcentaje de haplogrupos masculinos R1A1. Los datos de YHRD arrojan pocas correspondencias en general con la población del subcontinente, pero una alta correlación en el haplogrupo H con la comunidad de origen surasiático de Londres, en la que hay un porcentaje muy alto de individuos procedentes de Bengala Occidental y de Sri Lanka.8
Las investigaciones genéticas de Luba Kalaydjieva9 muestran que el grupo original apareció hace unas 32-40 generaciones, y que ese grupo era pequeño, de apenas unos 1000 individuos.
Anuncio de una venta de esclavos gitanos en Valaquia el 8 de mayo de 1852: 18 hombres, 10 niños, 7 mujeres y 3 niñas, in conditie fina (‘en buena condición’).
Cuando tuvo lugar el descubrimiento de América, en 1492, los gitanos ya estaban esparcidos por toda Europa, donde a pesar de una buena acogida inicial comenzaron a ser perseguidos, marginados, expulsados, severamente castigados, esclavizados (como en Rumania, donde la esclavitud gitana no fue abolida hasta 1864) o simplemente exterminados. El desencuentro entre los no gitanos y los gitanos perduraría desde el siglo XVI hasta la actualidad. Así, en España, la pragmática de Medina del Campo de 1499 los obligó a abandonar la vida nómada. En 1500, el mismo año en que entraron enPolonia y Rusia, la Dieta de Augsburgo los expulsó de Alemania. En 1505Jacobo IV de Escocia les concedió un salvoconducto y saltaron a Dinamarca. Llegaron a Suecia en 1512 y en 1514 a Inglaterra, de donde se los expulsaría, bajo pena de muerte, en 1563. Antes de eso, en España se los conminó en1539 a la sedentarización bajo pena de seis años de galeras, y en 1540 los obispos de Bélgica ordenaron su expulsión bajo pena de muerte.17
A partir de finales del siglo XVI se sucederán en toda Europa pragmáticas, leyes y decretos contra el modo de vida de los gitanos. La dinámica de estas disposiciones será contradictoria (se los obliga a sedentarizarse al tiempo que se les impide la entrada en muchas ciudades, se los obliga a asimilarse al tiempo que se los concentra en determinados barrios, se los obliga a trabajar en oficios reconocidos al tiempo que se les impide la entrada en los gremios…). La tenacidad de los gitanos, sus estrategias de ocultamiento, de multiocupacionalidad (como la llama Teresa San Román), de seminomadismo o itinerancia circunscrita, de adaptación a las circunstancias cambiantes de la legislación, la capacidad para cruzar fronteras o para aliarse en ocasiones con la población autóctona realizando trabajos imprescindibles, hacen que los gitanos de toda Europa se resistan a la asimilación y conserven sus propios caracteres culturales más o menos intactos hasta la actualidad.
Ante la ausencia de testimonios escritos propios y lo negativo de los ajenos, resultan valiosas las referencias de un personaje peculiar que se acercó al mundo gitano con interés y curiosidad romántica en la primera mitad del siglo XIX: George Borrow. En sus viajes por buena parte de Europa como predicador protestante tuvo oportunidad de contactar con grupos gitanos cuyo idioma aprendió, traduciendo e incluso publicando el Evangelio en caló (entre su producción literaria se encuentra La Biblia en España, libro de viajes estudiado por Manuel Azaña)
Evidencias genéticas del origen asiático de los gitanos
Estudios genéticos realizados en gitanos búlgaros, bálticos y valacos sugieren que cerca del 50% de loscromosomas Y del ADN mitocondrial pertenecen al haplogrupo hombre H y al haplogrupo mujer M, ampliamente extendidos en Asia del Sur y Asia Central. Los hombres se corresponden mayoritariamente con los haplogrupos H (50%), I (22%) y J2 (14%), Rlb (7%); las mujeres al H (35%), M (26%), U3 (10%), X (7%) y otros (20%). Tales haplogrupos son raros en los no gitanos, y el resto se encuentran esparcidos por toda Europa. Los haplogrupos femeninos U2i y U7 prácticamente no existen en las mujeres gitanas, pero están presentes en Asia del Sur (cerca del 11%-35%).
Se puede calcular que aproximadamente la mitad del patrimonio genético gitano es parecido al de los grupos europeos circundantes. Pero los hombres gitanos del grupo sinti de la Europa Central son H (20%), J2 (20%) con una frecuencia elevada de R2 (50%), frecuencia que se encuentra también en la India, concretamente en Bengala Occidental y entre los cingaleses de Sri Lanka. El marcador M217, presente en un 1,6% de los hombres gitanos, se halla asimismo en Bengala Occidental (Kivisild y otros, 2003). Los haplogrupos L que se detectan en el 10% de los indios y pakistaníes no se registran entre los gitanos (el equipo de Greshman no parece haber investigado el haplogrupo L), ni tampoco en los originarios de Bengala Occidental. A partir de la base de datos YHRD (Y Chromosome Haplotype Reference Database),7 se puede comprobar que algunas poblaciones gitanas europeas poseen un gran porcentaje de haplogrupos masculinos R1A1. Los datos de YHRD arrojan pocas correspondencias en general con la población del subcontinente, pero una alta correlación en el haplogrupo H con la comunidad de origen surasiático de Londres, en la que hay un porcentaje muy alto de individuos procedentes de Bengala Occidental y de Sri Lanka.8
Las investigaciones genéticas de Luba Kalaydjieva9 muestran que el grupo original apareció hace unas 32-40 generaciones, y que ese grupo era pequeño, de apenas unos 1000 individuos.
El siglo XVI y el comienzo de la persecución
El siglo XV puede ser considerado como la edad de oro de los gitanos en Europa. Vagaban de ciudad en ciudad, y aunque es cierto que fueron expulsados con frecuencia, habría que esperar al siglo XVI para que se desatara una ola de persecución solo comparable al antijudaísmo de los europeos. En el siglo XV los estereotipos negativos aún no estaban enraizados, y entre la hostilidad y la fascinación la cultura gitana se dispersó por el continente, mezclándose con las culturas y los idiomas locales. Lentamente se fue convirtiendo en un desafío para los poderes establecidos, para la población sedentaria y para la religión dominante.Anuncio de una venta de esclavos gitanos en Valaquia el 8 de mayo de 1852: 18 hombres, 10 niños, 7 mujeres y 3 niñas, in conditie fina (‘en buena condición’).
Cuando tuvo lugar el descubrimiento de América, en 1492, los gitanos ya estaban esparcidos por toda Europa, donde a pesar de una buena acogida inicial comenzaron a ser perseguidos, marginados, expulsados, severamente castigados, esclavizados (como en Rumania, donde la esclavitud gitana no fue abolida hasta 1864) o simplemente exterminados. El desencuentro entre los no gitanos y los gitanos perduraría desde el siglo XVI hasta la actualidad. Así, en España, la pragmática de Medina del Campo de 1499 los obligó a abandonar la vida nómada. En 1500, el mismo año en que entraron enPolonia y Rusia, la Dieta de Augsburgo los expulsó de Alemania. En 1505Jacobo IV de Escocia les concedió un salvoconducto y saltaron a Dinamarca. Llegaron a Suecia en 1512 y en 1514 a Inglaterra, de donde se los expulsaría, bajo pena de muerte, en 1563. Antes de eso, en España se los conminó en1539 a la sedentarización bajo pena de seis años de galeras, y en 1540 los obispos de Bélgica ordenaron su expulsión bajo pena de muerte.17
A partir de finales del siglo XVI se sucederán en toda Europa pragmáticas, leyes y decretos contra el modo de vida de los gitanos. La dinámica de estas disposiciones será contradictoria (se los obliga a sedentarizarse al tiempo que se les impide la entrada en muchas ciudades, se los obliga a asimilarse al tiempo que se los concentra en determinados barrios, se los obliga a trabajar en oficios reconocidos al tiempo que se les impide la entrada en los gremios…). La tenacidad de los gitanos, sus estrategias de ocultamiento, de multiocupacionalidad (como la llama Teresa San Román), de seminomadismo o itinerancia circunscrita, de adaptación a las circunstancias cambiantes de la legislación, la capacidad para cruzar fronteras o para aliarse en ocasiones con la población autóctona realizando trabajos imprescindibles, hacen que los gitanos de toda Europa se resistan a la asimilación y conserven sus propios caracteres culturales más o menos intactos hasta la actualidad.
Ante la ausencia de testimonios escritos propios y lo negativo de los ajenos, resultan valiosas las referencias de un personaje peculiar que se acercó al mundo gitano con interés y curiosidad romántica en la primera mitad del siglo XIX: George Borrow. En sus viajes por buena parte de Europa como predicador protestante tuvo oportunidad de contactar con grupos gitanos cuyo idioma aprendió, traduciendo e incluso publicando el Evangelio en caló (entre su producción literaria se encuentra La Biblia en España, libro de viajes estudiado por Manuel Azaña)
ARTISTAS:
1961-1995 | 1962- | 1958- | 1913-1963 | 1969- |
Antonio Flores |Remedios Amaya| Lolita | Carmen Amaya | Joaquin Cortés |
1923-1995 | 1910-1953 | 1963- | 1956- | 1947-2014 |
Lola Flores |Django Reinhardt| Rosario | Isabel Pantoja | Paco de lucia |
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