miércoles, 1 de junio de 2016

Cultura Maya por Aitor Díaz C.

Aitor Díaz C.

Cultura Maya



La civilización maya fue una civilización mesoamericana desarrollada por los pueblos mayas, que destacó en América por su escritura glífica, el único sistema de escritura plenamente desarrollado del continente americano precolombino, así como por su arte, arquitectura y sistemas de matemática y de astronomía. Se desarrolló en la región que abarca el sureste de México y que corresponde a los estados de Yucatán,Campeche, Tabasco, Quintana Roo y la zona oriental de Chiapas, así mismo la mayor parte de Guatemala,Belice, y la parte occidental de Honduras y El Salvador. Esta región se compone de las tierras bajas del norte que abarca la península de Yucatán, las tierras altas de la Sierra Madre que se extiende por el estado mexicano de Chiapas, el sur de Guatemala hasta El Salvador, y las tierras bajas del sur en la llanura litoral del Pacífico.

Durante el periodo formativo, antes de 2000 a. C., se inició el desarrollo de la agricultura y la población se hizosedentaria estableciéndose en las primeras aldeas. En el período Preclásico (c. 2000 a. C. hasta 250 d. C.) se desarrollaron las primeras sociedades complejas y se cultivaron los alimentos básicos de la dieta maya: elmaíz, los frijoles, las calabazas y los chiles. Las primeras ciudades mayas se desarrollaron en torno a 750 a. C. Alrededor de 500 a. C. estas ciudades poseían una arquitectura monumental, incluyendo grandes templos con fachadas de estuco. La escritura glífica se utilizó desde el siglo III a. C. En el Preclásico Tardío se desarrollaron grandes ciudades en la Cuenca del Petén, y Kaminaljuyú alcanzó prominencia en el altiplano guatemalteco. Desde alrededor de 250 d. C., el período clásico se define en gran medida por el levantamiento de monumentos esculpidos empleando las fechas de Cuenta Larga. En este período se desarrolló un gran número de ciudades-estado vinculadas entre si por una compleja red de comercio. En las tierras bajas mayas surgieron dos grandes poderes rivales, Tikal y Calakmul. Se vio también la intervención extranjera en la política dinástica maya de la ciudad de Teotihuacan del centro de México. En el siglo ix, se produjo un colapso político general en la región central maya, que originóguerras internas, el abandono de las ciudades, y un desplazamiento poblacional hacia el norte. Durante el período Posclásico surgió Chichén Itzá en el norte, y se produjo la expansión del reino quiché en el altiplano de Guatemala. En el siglo xvi el Imperio Español colonizó la región mesoamericana, y tras una larga serie de campañas militares la última ciudad maya cayó en 1697.

El poder político durante el periodo Clásico se centró en el concepto del «rey divino», que actuaba como mediador entre los mortales y el ámbito sobrenatural. La monarquía era hereditaria y patrilineal, y el poder pasaba al hijo mayor. La política maya estaba dominada por un sistema de patrocinio, aunque la exacta composición política de un reino variaba de una ciudad-Estado a otra. Hacia el Clásico Tardío, la aristocracia había aumentado considerablemente y se había reducido el poder exclusivo del rey divino. La civilización maya desarrolló formas de arte sofisticadas utilizando tanto materiales perecederos como durables, incluyendo madera, jade, obsidiana, cerámica, monumentos de piedra tallada, estucos y murales finamente pintados.

Las ciudades mayas solían expandirse sin planificación. El centro de la ciudad era ocupado por complejos ceremoniales y administrativos, rodeado por una irregular expansión de barrios residenciales. A menudo las diferentes partes de una ciudad eran conectadas por calzadas. La arquitectura principal de la ciudad se componía de palacios, templos piramidales, juegos de pelota ceremoniales, y estructuras alineadas para la observación astronómica. La élite maya sabía leer y escribir, y desarrolló un complejo sistema de escritura glífica, considerado el más avanzado en América precolombina. Los mayas grabaron su historia y conocimiento ritual en libros en forma de biombo, de los que sólo permanecieron tres ejemplos con incuestionable autenticidad, el resto fue destruido por los españoles. También existe un gran número de ejemplos de inscripciones mayas en las estelas y la cerámica. Los mayas desarrollaron una compleja serie de calendarios rituales entrelazados, emplearon la matemática y fueron uno de los primeros pueblos en utilizar el cero explícito en el mundo. Como parte de su religión, los mayas practicaban sacrificios humanos.



Detalle del Dintel 26 de Yaxchilán.



Templo de Kukulkán en Chichén Itzá.


Geografía

Extensión territorial máxima de la civilización maya.



La civilización maya ocupó un extenso territorio que incluía el sureste de México y el norte de América Central; abarcó toda la península de Yucatán, la totalidad de Guatemala y Belice, así como la porción occidental de Honduras y El Salvador. La mayor parte de la península se compone de una vasta planicie con pocas colinas o montañas y una zona costera generalmente baja.

La región del Petén se compone de una llanura baja de piedra caliza, cubierta de bosque; una serie de catorce lagos atraviesa la cuenca de drenaje central del Petén. En el sur, la llanura sube gradualmente hacia el altiplano de Guatemala. Una selva densa cubre el norte de Petén y Belice, la mayor parte de Quintana Roo, el sur de Campeche y una parte del sur del estado de Yucatán. Más hacia el norte, la vegetación se convierte en bosque bajo compuesto de matorrales densos.

La zona del litoral de Soconusco se encuentra al sur de la Sierra Madre de Chiapas, y se compone de una estrecha llanura costera y las estribaciones de la Sierra Madre. El altiplano maya se extiende desde el este de Chiapas hasta en Guatemala, y alcanza su máxima altitud en la Sierra de los Cuchumatanes. Los principales centros de población precolombino del altiplano se encuentran en los valles mayores, como el valle de Guatemala y Quetzaltenango en el altiplano del sur, dominado por un cinturón de conos volcánicos que corre paralela a la costa del Pacífico. El altiplano se extiende hacia el norte en Verapaz, y desciende gradualmente hacia el este.

Política


A diferencia de los aztecas e incas, el sistema político maya nunca incorporó toda el área cultural maya en un solo Estado o imperio. Más bien, a lo largo de su historia, el área maya estaba conformada de una mezcla de complejidad política variable que incluía tanto Estados como cacicazgos. Los vínculos entre estas entidades políticas, fluctuaron enormemente, ya que estaban involucrados en una compleja red de rivalidades, períodos de dominación o sumisión, vasallaje y alianzas. Ocasionalmente, algunas entidades políticas lograron el dominio regional, como Calakmul, El Caracol, Mayapán, y Tikal. La primera evidencia fiable de la existencia de entidades políticas en las tierras bajas mayas se remonta al siglo ix a. C. Durante el Preclásico Tardío, el sistema político maya evolucionó hacia una forma teopolítica, donde la ideología de élite justificó la autoridad del gobernante, y se vio reforzada por la exhibición pública de los rituales y la religión. El rey divino era el centro del poder político, y ejercía un control absoluto sobre las funciones administrativas, económicas, judiciales y militares de la entidad política. La autoridad divina del gobernante era tal que el rey tenía la potestad de movilizar tanto la aristocracia como los comuneros para la ejecución de grandes proyectos de construcción, al parecer sin recurir a una fuerza policial ni un ejército permanente. Algunas entidades políticas utilizaron la estrategia de ampliar la administración y llenar los puestos administrativos con fieles seguidores en lugar de familiares consanguíneos. Dentro de una entidad política, los centros de población medianos habrían jugado un papel clave en la gestión de los recursos y el manejo de conflictos internos.

El panorama político maya era muy complejo, y las élites mayas se sirvieron de intriga política para obtener ventajas económicas y sociales sobre sus vecinos. En el Clásico Tardío, algunas entidades políticas alcanzaron un largo período de dominación sobre otras grandes entidades políticas, como el dominio de El Caracol sobre Naranjo durante medio siglo. En otros casos, se formaron redes de alianzas sueltas alrededor de una ciudad dominante. Los asentamientos fronterizos a menudo cambiaron de alianzas en el transcurso de su historia; generalmente se encontraron a medio camino entre las capitales de entidades políticas rivales, y en momentos diferentes podrían aliarse a uno u otro de sus vecinos dominantes, o bien actuar de forma independiente. Las capitales de las entidades políticas dominantes exigían tributo en forma de artículos de lujo de los centros poblados subyugados. El poder político maya se vio reforzado por el poder militar, y la captura y humillación de guerreros enemigos jugó un papel importante en la cultura de la élite. Un sentido preponderante de orgullo y honor entre la aristocracia guerrera pudiera dar lugar a disputas y vendettas extendidas, resultando en inestabilidad política y fragmentación de las entidades políticas.

Sociedad

A partir del Preclásico Temprano, la sociedad maya se caracterizaba por una estricta división entre la élite y los comuneros. Con el crecimiento de la población en el curso del tiempo, varios sectores de la sociedad se volvieron cada vez más especializados y la organización política se hizo cada vez más compleja. Por el Clásico Tardío, cuando la población había crecido considerablemente, y cientos de ciudades estaban conectados en una compleja red de jerarquías políticas, se multiplicó el segmento de los ricos en la sociedad maya. También puede haberse desarrollado una clase media, compuesta de artesanos, funcionarios ysacerdotes de bajo rango, comerciantes y soldados. Los comuneros incluían campesinos, sirvientes, obreros y esclavos. De acuerdo a los relatos indígenas, la tierra era propiedad comunal de las casas nobles, o clanes. Los clanes sostenían que la tierra era propiedad de los antepasados del clan, y los vínculos entre la tierra y los ancestros fueron reforzadas por el entierro de los muertos dentro de los complejos residenciales de cada clan.

Rey y corte

Estela de Toniná que representa el rey Bahlam Yaxuun Tihl del siglo iv.
El Estado maya clásico se centraba en una cultura real que tuvo expresión en todos los ámbitos del arte maya clásico. El rey era el gobernante supremo, y tenía un estatus semi-divino que le permitió actuar como mediador entre el reino de los dioses y el de los mortales. Desde tiempos muy antiguos, los reyes fueron identificados específicamente con el joven dios del maíz, cuyo don del maíz constituyó la base de la civilización mesoamericana. La sucesión al trono era patrilineal, y el poder real sólo se transfirió a las reinas si no había otra opción de evitar la extinción de la dinastía. Por lo general, el poder se transfirió al hijo mayor. Un príncipe joven era denominado ch'ok («joven»), aunque posteriormente, esta palabra se referirió a la nobleza en general. El heredero del trono real era conocido como b'aah ch'ok («joven principal»). Los diferentes hitos de la infancia del príncipe joven fueron marcados por rituales; el más importante era una ceremonia de derramamiento de sangre a la edad de cinco o seis años. Aunque la pertenencia a la línea de sangre real se consideraba de suma importancia, el heredero también tenía que destacar como líder de guerra, lo que podía demostrar con la toma de prisioneros de guerra. La entronización de un nuevo rey era una ceremonia elaborada, compuesta de una serie de actos diferentes, incluyendo la entronización sobre un cojín de la piel de jaguar, sacrificios humanos, y la otorgación de los símbolos del poder real, como una diadema llevando una representación de jade del llamado «dios bufón», un tocado elaborado, adornado con plumas del quetzal, y un cetro con la representación del dios K'awiil.
La administración política maya, basada en torno a la corte real, no tenía un carácter burocrático. El gobierno era jerárquico y los cargos oficiales eran patrocinados por los miembros de alto rango de la aristocracia; los funcionarios tendían a ser ascendidos a cargos superiores durante el curso de sus vidas. A los funcionarios se referían como siendo la «propiedad» de su patrocinador, y esta relación continuaría incluso después de la muerte del patrocinador. La corte real maya era una institución política vibrante y dinámica. No tenía una estructura fija, sino que cada entidad política formó una corte real adaptada a su propio contexto. Los epigrafistas que tradujeron las inscripciones mayas clásicas lograron identificar un número de títulos reales y nobles. Ajaw se traduce generalmente como «señor» o «rey». En el Clásico Temprano, el ajaw era el gobernante de una ciudad. Luego, con el aumento de la complejidad social, ajaw se refirió a un miembro de la clase dominante; una ciudad importante podría tener más de un ajaw, cada uno gobernando diferentes distritos de la ciudad. Los gobernantes supremos se distinguieron de la nobleza extendida anteponiendo la palabra k'uhul a su de título de ajaw. El título de k'uhul ajaw, o «divino señor», era inicialmente reservado para los reyes de las dinastías reales más prestigiosas y antiguas. Kalomte era un título real, cuyo significado exacto aún no se ha descifrado, que fue únicamente utilizado por los más poderosos reyes de las dinastías más fuertes. Se refirió a un señor supremo, o Gran Rey, un título que solo estaba en uso durante el periodo Clásico. Por el Clásico Tardío, el poder absoluto del ajaw k'uhul se vio debilitado después de la diversificación del sistema político con la inclusión de una aristocracia más amplia, que en aquel época pudiera haber sido desproporcionada.Escultura del periodo Clásico, que muestra el sajal Aj Chak Maax presentando cautivos al gobernanteItzamnaaj B'alam III de Yaxchilán.
El título de sajal se situaba debajo del de ajaw, y se refirió a un señor servil. Un sajal sería un señor de una ciudad de segundo o tercer nivel, sumiso a un ajaw, quien a su vez sería subordinado a un kalomte. El sajal era a menudo un capitán de guerra, o un gobernador regional, y las inscripciones mayas suelen vincular el título de sajal a la guerra; son frecuentemente mencionados como dueños de prisioneros de guerra. El significado de Sajal era «el temido». Los títulos de ah tz'ihb y ah ch'ul hun estaban vinculados a los escribas. El ah tz'ihb era un escriba real, por lo general un miembro de la familia real; el ah ch'ul hun era el Guardián de los Libros Sagrados, un título estrechamente asociado con el de ajaw, indicando que solo un ajaw podía llevar el título de ah Ch'ul hun. Otros títulos cortesanos, cuyas funciones no son bien conocidas, eran yajaw k'ahk («El Señor del Fuego»), ti'huun y ti'sakhuun. Estos dos últimos podrían ser variaciones del mismo título, y Mark Zender sugirió que su titular pudiera haber sido el portavoz del gobernante. La gran mayoría de los títulos cortesanos eran masculinos, y en aquellas raras ocasiones en las que se aplicaron a una mujer, parecen haber sido utilizado como títulos honoríficos para la realeza femenina. En las inscripciones glíficas de las ciudades clásicas, se asociaba frecuentemente los miembros de la élite con ciertas estructuras arquitectóncas, lo que puede indicar que los titulares de estos cargos eran los propietarios de estas estructuras, o que ciertas estructuras eran focos importantes para sus actividades. El lakam era posiblemente el único titular de un oficio en la corte real que no pertenecía a la élite. Sólo había un lakam en las ciudades mayores, y aparentemente era el responsable de la recaudación de tributo de los distritos locales.


Comuneros

Se estima que los comuneros comprendían más del 90 % de la población, pero se sabe relativamente poco acerca de ellos. Sus casas eran generalmente construidas de materiales perecederos, cuyos restos dejaron pocas huellas en el registro arqueológico. Algunas viviendas de comuneros estaban construidas sobre plataformas bajas que pueden ser identificadas, pero esto no fue el caso para la mayoría de las casas. La detección de estas viviendas de bajo estatus sólo es posible con el uso a gran escala de la teledetección para investigar terrenos aparentemente vacíos. La gama de comuneros era muy amplia; se componía de todas las personas que no pertenecían a la nobleza, desde los agricultores más pobres a los artesanos ricos y los comuneros que sirvían en puestos burocráticos. Los comuneros se dedicaban a actividades de producción esenciales, incluyendo la de productos destinados para la élite, como algodón y cacao, así como cultivos de subsistencia para su propio uso, y artículos utilitarios como la cerámica y herramientas de piedra. Los comuneros también participaban en las guerras, y podrían avanzar socialmente al ser reconocidos como guerreros destacados. Los comuneros pagaban impuestos a la élite en la forma de productos de primera necesidad, como la harina de maíz y la carne de animales silvestres. Es probable que los comuneros trabajadores que mostraban iniciativa y que poseían habilidades excepcionales, pudieran convertirse en miembros influyentes de la sociedad maya.

Guerra

Estatuilla de la isla de Jaina que representa a un guerrero maya del periodo Clásico.
Puntas de lanza de Obsidiana y unnúcleo lítico en Takalik Abaj.

La guerra era común en el mundo maya. Se pusieron en marcha campañas militares por diferentes razones, incluyendo el control de las rutas comerciales y tributo, incursiones para tomar prisioneros, o una escalación de la guerra hasta alcanzar la destrucción completa de un estado enemigo. Poco se sabe acerca de la organización militar maya, ni de la logística y formación militar. La guerra es representada en el arte maya del periodo Clásico, y las batallas y victorias son mencionadas en las inscripciones glíficas. Sin embargo, las inscripciones no proporcionan información sobre las causas de la guerra, o la forma que tomó. En los siglos viii y ix, una guerra intensiva culminó en la caída de los reinos de la región de Petexbatún en el oeste de Petén. El rápido abandono de Aguateca por sus habitantes, ofreció la inesperada oportunidad de examinar los restos del armamento maya in situ. Enemigos desconocidos atacaron Aguateca alrededor de 810 d. C., superaron sus formidables defensas y quemaron el palacio real. Los habitantes de la élite de la ciudad huyeron o fueron capturados, y nunca regresaron para recuperar su propiedades abandonadas. Los habitantes de la periferia abandonaron el lugar poco después. Esto es un ejemplo de una guerra intensiva llevada a cabo con el fin de eliminar por completo un estado rival, en lugar de someterlo. La investigación en Aguateca indicó que los guerreros del periodo Clásico eran principalmente miembros de la élite.

Ya desde el período Preclásico, se esperaba que el gobernante de una entidad política maya fuese un líder de guerra distinguido, y a menudo se le representaba con cabezas trofeo colgando de su cinturón. En el período clásico, tales cabezas trofeo ya no aparecieron al cinturón del rey; más bien, los reyes del período Clásico fueron frecuentemente representados parado sobre los prisioneros de guerra humillados. Hasta finales del período Posclásico, los reyes mayas dirigían como comandantes de guerra. Las inscripciones mayas del periodo Clásico mostraron que el rey derrotado podría ser capturado, torturado y sacrificado. Los españoles relataron que los líderes mayas mantenían registro de los movimientos de tropas en libros pintados.

El resultado de una exitosa campaña militar podría variar en su impacto sobre la entidad política derrotada. En algunos casos, ciudades enteras fueron saqueadas y nunca más reasentadas, como ocurrió en Aguateca. En otros casos, los vencedores se apoderaron de los gobernantes derrotados, sus familias y las representaciones de sus dioses patronos. Los nobles capturados y sus familias podrían ser encarcelados o sacrificados. El resultado menos severo de la gama de posibilidades sería que la entidad política derrotada se viera obligada a pagar tributo al vencedor.

Guerreros

Del período de contacto con los españoles se sabe que ciertos puestos militares eran limitados a los miembros de la aristocracia, y que se transmitían por sucesión patrilineal. Es probable que el titular de un cargo militar específico enseñara a su secesor el conocimiento especializado inherente al cargo, incluyendo la estrategia, el ritual y las danzas de guerra. Los ejércitos mayas del periodo de contacto con los españoles eran muy disciplinados, y los guerreros participaban en simulacros y ejercicios de entranamiento regulares; todos los varones adultos y sanos estaban disponibles para el servicio militar. Los estados mayas no mantuvieron ejércitos permanentes; los guerreros fueron reunidos por funcionarios locales que respondieron a los líderes de guerra. También había unidades de mercenarios a tiempo completo que siguieron a los líderes permanentes. Sin embargo, la mayoría de los guerreros no servía a tiempo completo, y eran principalmente agricultores, que por lo general se dedicaban a sus cultivos en vez de participar en la guerra. Por lo general, el objetivo de la guerra maya no era la destrucción del enemigo, sino la toma de prisioneros y el saqueo.

Existe alguna evidencia de que, a partir del período Clásico, las mujeres tenían ciertas funciones de apoyo en la guerra, pero no actuaron como oficiales militares, con la excepción de aquellas raras instancias en que una reina era la gobernante suprema. Hacia el Posclásico, las crónicas nativas sugieren que las mujeres a veces lucharon en el campo de batalla.

Armas

Dintel 16 de Yaxchilán, que representa al rey Yaxun B'alam en atuendo guerrero.159
El atlatl (lanzadardos) fue introducido en la región maya por Teotihuacan en el Clásico Temprano. El atlatl es un palo de 0,5 m de largo, con un extremo entallado para colocar un dardo o jabalina. El palo se utilizó para lanzar el misil con más fuerza y precisión que podría lograrse simplemente lanzando con el brazo. Las puntas de piedra recuperadas en Aguateca indican que los dardos y lanzas eran las armas principales del guerrero maya del periodo Clásico. Los comuneros utilizaron cerbatanas como arma de guerra, las que también sirvieron para la caza.

El arco y flecha fue otra arma utilizada por los antiguos mayas, tanto para la guerra como la caza. Aunque se utilizaba en la región maya durante el periodo Clásico, su uso como arma de guerra no fue favorecida, y no se convirtió en un arma de guerra común hasta el Posclásico. Durante el periodo de contacto con los españoles, los mayas utilizaron también espadas a dos manos, hechas de madera fuerte con hojas cortantes de obsidiana, semejante al macuahuitl azteca. Los guerreros mayas usaban unas armaduras corporales fabricadas con algodón acolchado que había sido empapado en agua salgada para endurecerlas; la armadura resultante comparó favorablemente con la de acero usada por los españoles durante la conquista. Los guerreros llevaban escudos de madera o cuero, decorados con plumas y pieles de animales.

Comercio



El comercio era un componente clave de la sociedad maya, y esencial para el desarrollo de la civilización maya. Las ciudades que crecieron hasta convertirse en las más importantes, por lo general controlaron el acceso a los bienes comerciales vitales, o a las rutas de portage. Ciudades como Kaminaljuyú y Q'umarkaj en las tierras altas de Guatemala, y Chalchuapa en El Salvador, controlaban diversamente el acceso a los yacimientos de obsidiana en diferentes momentos de la historia maya. Las ciudades más importantes del norte de la península de Yucatán controlaban el acceso a las fuentes de sal. Durante el Posclásico, los mayas estaban involucrados en un floreciente tráfico de esclavos en la región mesoamericana.

Los mayas participaban en el comercio a larga distancia en la región maya, Mesoamérica, y más allá. En Mesoamérica, las rutas comerciales se centraron sobre todo en el centro de México y la costa del golfo de México. En el Clásico Temprano, Chichén Itzá era el centro de una extensa red comercial que importaba discos de oro de Colombia y Panamá y turquesa de Los Cerrillos (Nuevo México). El comercio a larga distancia de productos de lujo y bienes utilitarios fue probablemente controlado por la familia real. Los bienes de prestigio obtenidos a través del comercio se utilizaron para el consumo por el gobernante de la ciudad, y como presentes de lujo para consolidar la lealtad de los vasallos y aliados. En la metrópolis distante de Teotihuacan, en el centro de México, se identificó una sección para comerciantes mayas que data del Clásico Temprano.

Las rutas comerciales no sólo permitieron el intercambio de productos, sino también facilitaron el intercambio de personas e ideas a lo largo de Mesoamérica. Cambios en las rutas comerciales se produjeron en función del auge y la caída de ciudades importantes de la región maya, y ocurrieron durante cada reorganización importante de la civilización maya, como el surgimiento de la civilización maya del Preclásico, la transición hacia el Clásico, y el colapso del Clásico Terminal. Incluso la conquista española no puso fin inmediatamente a toda la actividad comercial maya; por ejemplo, los choles del Manché del período de la conquista intercambiaron cultivos de prestigio como cacao, achiote y vainilla en el área colonial de Verapaz.

Comerciantes



Poco se sabe acerca de los comerciantes mayas, a pesar de que fueron representados en la cerámica maya en vestidos finos y nobles. Por ello se sabe que al menos algunos comerciantes eran miembros de la élite. También se sabe que la nobleza maya participaba en expediciones comerciales de larga distancia durante el período de contacto con los españoles. La mayoría de los comerciantes perteneciá a la clase media y se dedicaba principalmente al comercio local y regional en lugar del prestigioso comercio de larga distancia que fue más bien el dominio exclusivo de la élite. Los viajes comerciales en territorios extranjeros peligrosos se comparó con un pasaje por el inframundo; las deidades patronas de los comerciantes eran dos dioses del inframundo llevando mochilas. Cuando los comerciantes salían para viajar, iban fuertemente armados y pintados de negro, al igual que sus deidades patronas.

Los mayas no tenían animales de carga, por lo que todos los productos comerciales se transportaban en las espaldas de porteadores cuando iban por tierra; si la ruta comercial siguió el curso de un río o la costa, los productos se transportaban en canoas. Cristóbal Colón encontró una larga canoa comercial maya a lo largo de la costa de Honduras durante su cuarto viaje. La canoa había sido elaborada a base de un largo tronco ahuecado y tenía un techo de hojas de palma. Tenía un ancho de 2,5 m y fue propulsada por 25 remeros. Transportaba productos comerciales como cacao, obsidiana, cerámica, textiles, hachas y cascabeles de cobre, así como alimentos y bebidas para la tripulación. Se utilizó el cacao como moneda (aunque no exclusivamente), y su valor era tal que a veces fue falsificada mediante la eliminación de la carne de la vaina, sustituyéndola con tierra o cáscara de aguacate.

Mercados


Los mercados son difíciles de identificar en el registro arqueológico. Sin embargo, los españoles relataron sobre una próspera economía de mercado cuando llegaron en la región. En algunas ciudades del período Clásico, los arqueólogos identificaron provisionalmente a las estructuras arquitectónicas de mampostería en estilo arcada formal y alineaciones paralelas de piedras dispersas como las bases permanentes de puestos de mercado. Un estudio de 2007 analizó los suelos de un mercado guatemalteco moderno y comparó los resultados con los que se obtuvieron a partir del análisis en un posible antiguo mercado en Chunchucmil. En ambos sitios se encontraron niveles inusualmente altos de fósforo y zinc lo que indica la existencia de una actividad similar de producción de alimentos y venta de verduras. La densidad calculada de los puestos de mercado en Chunchucmil sugiere que ya existía una próspera economía de mercado en el Clásico Temprano. Tras combinar la arqueología y el análisis de suelos, los arqueólogos lograron identificar provisionalmente los mercados en un número creciente de ciudades mayas. Durante el Posclásico, en la época del contacto con los españoles, las ciudades del altiplano tenían mercados en plazas permanentes, que contaban con la presencia de funcionarios para resolver disputas, hacer cumplir las normas, y recaudar impuestos.

Arte

Dintel 3 del Templo de la Serpiente Bicéfala, Tikal, hecho de madera ricamente tallada. Representa la celebración de una victoria militar deYik'in Chan K'awiil en 743.
Máscara funeraria de jade del rey K'inich Janaab' Pakal, Palenque.


El arte maya es en esencia el arte de la corte real. Trata casi exclusivamente de la élite maya y su mundo. El arte maya, elaborado a partir de materiales perecederos y no perecederos, sirvió para conectar los mayas con sus antepasados. Aunque el arte maya sobreviviente sólo constituye una pequeña porción de lo que los mayas crearon, trata de una variedad más amplia de temas que cualquier otra tradición de arte en América. Tiene muchos estilos regionales, y es único en la América antigua por contar con texto narrativo. El arte maya más elaborado data del Clásico Tardío.


Los mayas mostraron una preferencia para el color verde o azul-verde, y utilizaron la misma palabra para los colores azul y verde. En consecuencia, pusieron un alto valor en jade verde y otras piedras verdes, asociándolas con el dios del Sol K'inich Ajau. Esculpieron artefactos que incluían desde cuentas y teselas finas, hasta cabezas talladas con un peso de 4,42 kg. La nobleza maya practicaba la modificación dental, y algunos señores llevaban incrustaciones de jade en sus dientes. Las máscaras funerarias de mosaico también pudieron ser elaboradas de jade, como la de K'inich Janaab' Pakal, el rey de Palenque.
Estatuilla de madera del clásico Temprano; es posible que haya sostenido un espejo.


La escultura de piedra maya surgió en el registro arqueológico como una tradición ya completamente desarrollada, lo que sugiere que puede haber evolucionado a partir de la tradición de la escultura de madera. Debido a la biodegradabilidad de la madera, el corpus del trabajo de madera ha desaparecido casi por completo. Los pocos artefactos de madera que han sobrevivido incluyen esculturas tridimensionales y paneles con glífos. Las estelas de piedra son comunes en los sitios de las ciudades, a menudo emparejadas con piedras circulares bajas, conocidas como «altares» en la literatura de la arqueología maya. La escultura de piedra también tomó otras formas, como los paneles en relieve de piedra caliza encontrados en Palenque y Piedras Negras. También se encontraron escaleras de piedra decoradas con esculturas en sitios como Yaxchilán, Dos Pilas, Copán, entre otros. La escalinata de los glifos de Copán se compone de 2200 glifos individuales y constituye el texto glífico maya más largo conocido.

Las esculturas mayas más grandes eran las fachadas arquitectónicas elaboradas con estuco. La forma aproximada se estableció en un revestimiento de yeso liso sobre la pared, y la forma tridimensional se construyó con pequeñas piedras. Por último, esto se revistió con estuco y se moldeó hasta alcanzar la forma definitiva; las formas del cuerpo humano fueron primero modeladas en estuco y luego se añadieron los trajes. Finalmente, la escultura de estuco fue pintada en colores vivos. Hacia el Preclásico Tardío, las fachadas de los templos fueron adornadas con máscaras de estuco gigantes, y este tipo de decoración continuó durante el periodo Clásico.

Los mayas tenían una larga tradición de pintura mural; en San Bartolo se excavaron murales polícromos exquisitos que datan de entre 300 y 200 a. C. Los diseños polícromos fueron pintados sobre paredes revestidos de yeso liso. La mayoría de estos murales ya no existe, pero se encontraron varios murales conservados —pintado en crema, rojo y negro— en las tumbas del periodo Clásico Temprano en Caracol, Río Azul y Tikal. Entre los murales mejor conservados destaca una serie de grandes pinturas del Clásico Tardío en Bonampak.
Máscara de estuco del Clásico Temprano, adornando la subestructura del Templo 33de Tikal.200
Mural del Clásico Tardío en Bonampak.


Por lo general, el pedernal, el sílex y la obsidiana tenían fines utilitarios en la cultura maya, pero también se hallaron muchas piezas que fueron finamente elaboradas en formas que nunca fueron destinadas a ser utilizadas como herramientas. Los pedernales excéntricos se encuentran entre los mejores artefactos líticos producidos por los antiguos mayas. En términos técnicos, eran muy difícil de producir, y requirían una habilidad considerable por parte del artesano. Los excéntricos de obsidiana más grandes pueden tener una longitud de hasta más de 30 cm. Su forma puede varíar considerablemente, pero por lo general representan figuras humanas, animales y formas geométricas asociadas con la religión maya. Los pedernales excéntricos muestran una gran variedad de formas, tales como media lunas, cruces, serpientes y escorpiones. Los ejemplos más grandes y más elaborados muestran múltiples cabezas humanas de las que a veces se desprenden cabezas más pequeñas.

Los textiles mayas están mal representados en el registro arqueológico, a pesar de que —en comparación con otras culturas precolombinas, como los aztecas y laregión andina— es probable que eran artículos de alto valor. Los arqueólogos recuperaron algunos fragmentos de textiles, pero la mejor evidencia para el arte textil es su respresentación en otros medios, como murales o cerámica pintada. Estas representaciones secundarias muestran la élite de la corte maya adornada con telas suntuosas; en general, éstos habrían sido de algodón, pero también se muestran pieles de jaguar y cueros de venado.
Figurilla de cerámica de la isla de Jaina, 650-800 d. C.


La cerámica es el tipo de arte maya más común en el registro arqueológico. Los mayas no tenían conocimiento de la rueda de alfarero, y los vasos fueron elaborados con la técnica del urdido a rollospara obtener la forma deseada. La cerámica maya no era esmaltada, aunque a menudo tenía un acabado fino, producido por bruñido. Se pintaba con un baño de arcilla mezclado con minerales y arcillas coloridas. Las técnicas de cocción de los antiguos mayas aún no han sido replicados. Un número de figurillas de cerámica extremadamente finas se hallaron en las tumbas del Clásico Tardío en la isla de Jaina, en el norte de Yucatán. Están de pie con una altura entre 10 y 25 cm y fueron modeladas a mano con mucho detalle. El corpus de cerámica policromada de estilo Ik, incluyendo placas finamente pintadas y recipientes cilíndricos, se originó en el Clásico Tardío en Motul de San José. Incluye una serie de características, como glifos pintados en un color rosado o rojo pálido y escenas de bailarines con máscaras. Una de las características más distintivas es la representación realista de los temas, tales como aparecieron en la vida real. Los temas de los vasos incluyeron la vida cortesana de la región de Petén, en el siglo viii d. C., tales como reuniones diplomáticas, fiestas, derramamientos rituales de sangre, escenas de guerreros y el sacrificio de los prisioneros de guerra.

El material óseo, tanto humano como animal, también fue esculpido; los huesos humanos pueden haber sido trofeos, o reliquias de los antepasados. Los mayas valoraron las conchas del géneroSpondylus, y las trabajaron para eliminar el exterior blanco y las espinas, y revelar el fino interior naranjado. Alrededor del siglo x d. C., la metalurgia llegó a Mesoamérica desde América del Sur y los mayas comenzaron a crear pequeños objetos de oro, plata y cobre. Por lo general trabajaron las hojas de metal martillandolas en objetos tales como cuentas, cascabeles y discos. En los últimos siglos antes de la conquista española, los mayas comenzaron a utilizar el método de la cera perdida para la fundición de pequeñas piezas de metal.

Un área poco estudiado del arte popular maya es el de los grafitos. Grafitos adicionales, que no formaban parte de la decoración prevista, fueron grabados en el estuco de paredes interiores, pisos y bancos, en una amplia variedad de edificios, como templos, residencias y almacenes. Se encontraron grafitos en 51 sitios mayas, sobre todo en la cuenca del Petén, el sur de Campeche y la región de Chenes en el noroeste de Yucatán. En Tikal, se encontró una gran cantidad de grafitos, cuyo tema incluyó dibujos de los templos, personas, deidades, animales, banderolas, literas, y tronos. A menudo los grafitos se grabaron descuidadamente, y los dibujos se superponían entre sí y mostraron una mezcla de arte cruda, no refinada, y ejemplos de artistas familiarizados con las convenciones artísticas del período Clásico.

Arquitectura

Reconstrucción del núcleo urbanode Tikal en el siglo vii d. C.
Los mayas produjeron una gran variedad de estructuras arquitectónicas y dejaron un extenso legado arquitectónico, que sitúan a la civilización maya entre las grandes civilizaciones preindustriales del mundo. La arquitectura maya también incorpora textos glíficos y varias formas de arte. La arquitectura de mampostería de los mayas es evidencia de la existencia de especialización artesanal en la sociedad maya, así como una organización centralizada y los medios políticos para movilizar una gran fuerza de trabajo. Se estima que para la construcción de una gran residencia de élite en Copán se necesitaba unos 10.686 días-hombre; en comparación, para la vivienda de un comunero se necesitaba aproximadamente 67 días-hombre. Se estima además que el 65 % de la mano de obra requerida para construir una residencia noble fue utilizado para la extracción, el transporte, y el acabado de la piedra, y que se utilizó el 24 % de la mano de obra para la fabricación y aplicación del revestimiento de yeso. En total, se estima que se necesitaba dos o tres meses para la construcción de la residencia de un noble en Copán, utilizando entre 80 y 130 trabajadores a tiempo completo. Una ciudad del periodo Clásico como Tikal tenía una extensión de 20 km² y un núcleo urbano que cubrió 6 km². La mano de obra necesaria para construir una ciudad de este tamaño era inmensa, hasta muchos millones de días-hombre. Las estructuras más grandes construidas por los mayas, fueron erigidas durante el período Preclásico. Hacia el Preclásico Tardío la especialización artesanal requerida habría incluido a albañiles y yeseros dedicados, así como planificadores y arquitectos.

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