lunes, 20 de abril de 2015

AGUA

La importancia del agua para el ser humano

        El agua no es otra cosa que dos moléculas de hidrógeno con una molécula de oxígeno. Así de simple, pero a la vez así de complicado. Se trata  de uno de los elementos más esenciales para la salud, tanto del planeta, como de los animales que lo pueblan, y que resulta fundamental en la supervivencia del ser humano.
       El agua forma parte del 70 % del peso del cuerpo humano, y no es de extrañar, que una persona que no beba agua, pueda morir en unos pocos días.
Agua en el ser humano
En condiciones normales, un ser humano cada día pierde unos dos litros de agua entre el sudor, la respiración, la orina y las defecaciones, y estos dos litros deben ser recuperados cada día, ya sea ingiriendo agua, refrescos,  fruta, alimentos acuosos, etc. Lo lamentable y triste es que al gua está al alcance de nuestra mano, en cada una de las casas, siempre existe un grifo del que poder beber, pero aun así, la mayoría de las personas del primer mundo, sufren de lo que se suele denominar “deshidratación crónica” ya que no beben el líquido suficiente, y luego se quejan de cansancio general. Tan solo bebiendo un poco más de agua cada día podría solucionarse.
El cerebro humano, está compuesto de un 95 % de agua, la sangre de un 82%, y los pulmones de un 90% de agua. Es por ello, que apenas una disminución de un 2% en la composición de nuestro cuerpo puede causar ya los primeros síntomas de deshidratación, como son la perdida momentánea de la memoria, problemas con las matemáticas, dificultad en enfocar la mirada en objetos o letras pequeñas, etc…
Un déficit de agua del 4% acarrea dolores de cabeza, irritabilidad, somnolencia y graves dificultades de concentración. Si alcanzamos un 10% de pérdida de peso corporal debido a la deshidratación, podemos perder la vida.
Fuente de información
BUEN  USO DEL  AGUA
El Ministerio de Vivienda sugiere a los ciudadanos 15 acciones concretas para el ahorro de agua en sus casas:

1. Examinar las llaves de agua, cañerías y tuberías de los exteriores por si tienen fugas. Gota a gota el agua se agota.

2. Hacer uso de los sistemas de recolección de agua lluvia en las casas, las cuales pueden ser usadas para lavado de ropas, aseo de las viviendas e instalaciones sanitarias.

3. Efectuar el riego de las plantas y jardines únicamente dos veces por semana, en horas de la noche o temprano en la mañana, preferiblemente implementando sistemas de riego por goteo.

4. Cuando se laven los platos a mano, utilizar una tina para lavarlos y otra para enjuagarlos. Nunca debajo del chorro de la llave abierta.

5. Tomar duchas de corta duración y cerrar la llave mientras se enjabona.

6. Utilizar un vaso con agua para cepillarse los dientes. No dejar la llave abierta.

7. Cerrar la llave mientras se afeita, utilizar un recipiente o el tapón del lavabo para afeitarse.

8. Lavar los vehículos en sitios establecidos para tal fin; si se lava en casa; utilizar solo un balde de agua.

9. Enseñar a los niños a no desperdiciar el agua.

10. Revisar periódicamente que el flotador de los inodoros esté funcionando correctamente.

11. Instalar sanitarios de bajo consumo.

12. Revisar los empaques de las llaves al menos 2 veces por año.

13. Recolectar el agua que sale de la ducha mientras se espera que se caliente con el fin de utilizarla para plantas o sanitarios.

14. Utilizar la lavadora para cargas completas evitando su uso para pocas prendas.

15. Evitar el uso de manguera por el desperdicio de agua.

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