miércoles, 13 de mayo de 2015

Politica de Felipe II


Felipe II

.- Política interior: Conflictos internos.
2.1- Reformas administrativas.Felipe II modernizó y reforzó la administración de la Monarquía Hispana, apartándola de las tradiciones medievales y de las aspiraciones de dominio universal que había representado la Monarquía Católica de su padre. 

Los órganos de justicia y de gobierno sufrieron notables reformas, al tiempo que la corte se hacía sedentaria (poco ágil).
Desarrolló una burocracia centralizada, sobre la cual ejercía una supervisión directa y personal de los asuntos. 

Hispaniza y centraliza el poder a instalar la capital de su imperio en Madrid.

2.2- Rebelión de las Alpujarras: la cuestión morisca.
Carlos I, en 1525, había concedido a los moriscos españoles un plazo de cuarenta años para el abandono de sus prácticas. El plazo expiraba, pues, en 1565. Debido a un apoyo prometido por los turcos, los moriscos granadinos se rebelaron en 1568. 

Para evitar la llegada de los musulmanes africanos don Juan de Austria actuó con rapidez y consiguió una brillante victoria en un terreno difícil. Fueron expulsados del Reino de Granada 85.000 moriscos. Pero Felipe II, contra lo que le aconsejaban, no optó por la expulsión a África, sino por una complicada redistribución de los moriscos granadinos por las zonas del interior del norte de España: Soria, Burgos, Palencia, Zamora, Santander, Ávila, Segovia, Salamanca y León.

2.3- Revueltas en Aragón.
En Aragón el régimen señorial era muy duro. Felipe II intentó cambiar la jurisdicción señorial por la real, con el apoyo del pueblo, pero la aristocracia se rebeló. En estas circunstancias, Antonio Pérez, secretario del rey y fugitivo de las cárceles castellanas se acogió a la protección de la Justicia de Aragón, Juan de Lanuza. 

El ejército real en septiembre de 1591 venció al aristocrático. Juan de Lanuza fue ejecutado pero Antonio Pérez logró huir a Francia. En buena medida fue el creador de la “leyenda negra” antiespañola. Felipe II reformó los fueros aragoneses restando muchos de sus privilegios.

2.4- Bancarrotas y problemas internos.
Las cuestiones financieras le sobrepasaron, dado el peso de los gastos militares sobre la maltrecha Hacienda Real.

La preocupación por el estado de las finanzas va a ser motivo de los mayores desvelos del rey. Su padre le había dejado una herencia de deudas muy altas, debiendo grandes cantidades a banqueros alemanes y genoveses.

Los gastos superan a los ingresos y la bancarrota llega el segundo año de su reinado en 1557. No será la única. Felipe hubo de declarar a la Monarquía en bancarrota en tres ocasiones más (1560, 1575 y 1596). 

Alrededor del rey se disputaban el poder dos «partidos»: el del duque de Alba y el que encabezaron primero el príncipe de Éboli y más tarde Antonio Pérez; las luchas entre ambas redes se exacerbaron a raíz del asesinato del secretario Escobedo (1578), culminando con la detención de Pérez y el confinamiento de Alba. Desde entonces hasta el final del reinado, dominó el poder el cardenal Granvela, coincidiendo con la época en que, gravemente enfermo el rey, se alejó de los asuntos de gobierno y delegó en Juntas de nueva creación.




No hay comentarios:

Publicar un comentario