LA MUJER EN LA EDAD MEDIA
la mujer en la EDAD MEDIA
Debía de organizar la casa (en todos los sentidos: cocina, limpieza…) y estar al cuidado de los hijos. Además de trabajar en el campo o en la ciudad, contribuyendo a la economía familiar.
Eran muy pocas las que trabajaban fuera del ámbito familiar, de forma independiente. No obstante, hay constancia de que en Córdoba las mujeres podían aprender un oficio artesano, de que en Sevilla existían telares dirigidos por mujeres o que en ciudades como Cuenca/ Palencia no se prohibía a la mujer la práctica de algún oficio. De hecho, en el Registro de Alcabalas (impuesto) de la Corona de Castilla, está documentado la contribución y el oficio que desempeñaban algunas mujeres (lenceras, silleras, zapateras, calceteras, zurradoras…). Como por ejemplo Maria Lopes (1448), la tocinera que arrendaba casas de la Cofradía del Salvador, Palencia.
La monja
Este tipo de mujer dejaba toda su vida para dedicársela enteramente a Dios. Aunque no todas ingresaban en un monasterio con este fin, sino movidas por otros objetivos: tener una mayor libertad (escapar de un matrimonio pactado…), encontrar un techo y comida, obtener el perdón por pecados cometidos o por ser viudas (este caso muy dado entre nobles y reinas).
Motivaciones aparte, lo que sí sabemos es que estamos ante un grupo de mujeres muy valorado, diverso y culto. Pues, sabían leer, escribir y varios idiomas (latín, griego…). Precisamente, de sus manos surgieron tratados muy interesantes sobre diferentes materias. Destacado especialmente, los casos de:
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