miércoles, 15 de febrero de 2017

HANAN ÁNDALUS

                           LOS CIUDADES EN ÁNDALUS  








                                Las ciudades de Al-Andalus

Las ciudades de al-Andalus eran semejantes a las ciudades del Norte de África y del Medio Oriente. La prosperidad que conocieron entre los siglo VIII y XI se debió precisamente a las semejanzas culturales (lengua, religión, costumbres) y a los intercambios económicos que mantuvieron con otras ciudades del Islam y del Mediterráneo. A comienzos del siglo XII ciudades como Córdoba, Sevilla, Toledo, Almería, Granada, Palma de Mallorca, Zaragoza, Málaga y Valencia sobrepasaban los 15.000 habitantes y las 40 hectáreas de superficie. Así, en el siglo XI Toledo tuvo 37.000 habitantes, Almería tuvo 27.000, Granada 26.000 y Málaga y Zaragoza entorno a los 15.000.

Córdoba (Qurtuba), capital del califato, llegó a tener una superficie de 22, 5 km. y una población que osciló entre los 100.000 y los 500.000 habitantes, siendo entonces una de las cuatro ciudades más grandes del mundo junto con El Cairo, Constantinopla y Bagdad. Llegó a tener 800 fuentes públicas, más de 600 casas de baños y 500 mezquitas distribuidas entre sus 21 arrabales
http://www.juntadeandalucia.es/andalucia/alsur/Grandes_ciudades.htm



Andalucía es una comunidad autónoma de España, con estatus de nacionalidad histórica, de acuerdo con el Estatuto de Autonomía que la rige.3 Está compuesta por las provincias de AlmeríaCádizCórdobaGranadaHuelvaJaénMálaga y Sevilla. Su capital es Sevilla, ciudad reconocida por el Estatuto de Autonomía como sede de la Junta de Andalucía. La sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía se encuentra en la ciudad de Granada.

Es muy difícil calcular la población del al-Ándalus durante el periodo de mayor extensión del dominio islámico (siglo X), pero se ha sugerido una cifra próxima a los 10 millones de habitantes. Los árabes se establecieron en las tierras más fértiles; el valle del Guadalquivir, levante y el valle del Ebro. Los bereberes, ocuparon las áreas montañosas, como las sierras de la Meseta Central y la Serranía de Ronda, siendo también numerosos en Algarve, si bien, que después de la revuelta bereber de 740, muchos regresaron al norte de África. En 741 llegaron a al-Ándalus un gran número de sirios con el objetivo de ayudar en la represión de la revuelta bereber, que acabarían por asentarse en el este y sur peninsular. Hay igualmente fuentes que apuntan hacia la presencia de familias yemeníes en ciudades como Silves. Cabe aún destacar la presencia de dos grupos étnicos minoritarios, los negros y los eslavos.


e) Las invasiones africanas (1090-1236). Los almorávides, agrupación de tribus bereberes, partidarios del radicalismo religioso, habían creado un Estado en el norte de África. Tras el triunfo sobre Alfonso VI, los almorávides acabaron con las taifas, unificaron al-Andalus y pusieron freno al avance cristiano. A pesar de todo, la presión cristiana no podía evitarse. Así, en 1118, Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, conquista Zaragoza. A mediados del siglo XII, al-Andalus volvía a fragmentarse con la aparición de los segundos reinos de taifas. Los almohades, que habían sustituido a los almorávides en el norte de África, se impusieron en al-Andalus e implantaron un mayor rigor religioso. Frenan el avance cristiano, vencen a Alfonso VIII, rey de Castilla, en la batalla de Alarcos (1195), pero son derrotados en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), que hunde al Estado almohade y desemboca en las terceras taifas independientes: Sevilla, Niebla, Valencia, Murcia, Granada… Todos, salvo el de Granada, serán pronto conquistados por los cristianos: Fernando III y su hijo y sucesor Alfonso X el Sabio, por Castilla, y Jaime I el Conquistador por la Corona de Aragón.


 La organización social. En al-Andalus, como ocurría en el mundo islámico, las ciudades adquirieron gran importancia. Unas, eran herencia de las de la época romano-visigótica; otras, fueron fundadas por los musulmanes, como Murcia, Almería, Guadalajara, Madrid, Albacete… La mayoría de la población musulmana era libre, pero también había esclavos. En la cúspide de la población libre se encontraba la aristocracia (jassa). Estaba formada por los grandes linajes árabes pero se integraba también aquí la nobleza de servicios, que desempeñaba puestos en la administración. Podía ser de origen árabe, aunque también de descendientes de bereberes o de “poderosos” muladíes plenamente arabizados. Por debajo de este grupo, que poseía grandes propiedades de tierra, en las ciudades había una capa intermedia de comerciantes, artesanos, médicos, juristas y propietarios de tierras. Entre ellos abundaban los de origen muladí (cristianos convertidos al Islam). En la base de la población libre figuraba la plebe urbana o rural (amma), formada por pequeños comerciantes, dueños de reducidos talleres, jornaleros y colonos, con lazos de dependencia con los propietarios de tierras. La situación más baja en la escala social correspondía a los esclavos. Procedían de África, también los cautivos procedentes de las luchas contra los cristianos o del mercado europeo. La mayoría trabajaba en el campo o en los talleres de las ciudades. Fuera de esta estructura social estaban los no musulmanes, sobre los que pesaba un tributo especial. Hablamos de los mozárabes (cristianos de al-Andalus) y los judíos. Mantenían sus estructuras administrativas y autoridades propias, pero, en ambos, su condición fue empeorándose con el tiempo, fundamentalmente a partir de las invasiones de almorávides y almohades. Ante la intolerancia, la respuesta fue la de convertirse al Islam, o bien trasladarse a los reinos cristianos.

2 comentarios: