Las Divisiones Doctrinales Del Islam (Kalipedia)

La sucesión de Mahoma

Mahoma tenía un gran número de mujeres con las que se había casado para fortalecer pactos políticos con sus padres o familiares.
Al morir sin hijos varones, se planteó el problema de quién debía ser su sucesor, que en árabe recibe el nombre de «califa».
El primer elegido fue Abu Bakr (632-634), padre de Aisha, la esposa favorita de Mahoma. A su muerte, le siguió Omar (634-644), también suegro de Mahoma, y luego Utmán (644-656), yerno de Mahoma. Todos ellos pertenecían a la misma facción política.
Quedó relegado Alí, primo y yerno de Mahoma, casado con Fátima, su hija mayor, y que era su seguidor más antiguo y el pariente más cercano.
Tras el asesinato de Utmán, Alí (656-661) fue elegido califa, pero Aisha y Muawiya, que era primo de Utmán, cuñado de Mahoma y gobernador de Siria, se le enfrentaron y levantaron un ejército contra él. Estaba en juego el modelo de sucesión que se podría seguir en adelante, ya que Alí tenía dos hijos, Hasán y Husein, que eran nietos de Mahoma y, por tanto, sus parientes varones más directos. Los musulmanes se dividieron y se utilizaron en la contienda diversos argumentos religiosos por parte de cada grupo.

Sunitas, chiitas y jariyitas

En el año 657, en la batalla de Siffin, se dividió la comunidad musulmana en tres grupos que perduran hasta la actualidad. Los partidarios de Alí creían que solo aquellos que tuviesen directamente la sangre de Mahoma podían ser califas. A estos se les denominó chiitas.
Por otra parte estaban los sunitas, que pensaban que el califato debía recaer en la persona que tuviese el mayor poder o influencia y que eran partidarios de Muawiya.
Por último estaban los jariyitas, que sostenían que cualquier persona podía ser califa siempre que fuese el mejor de los musulmanes, sin importar ni siquiera si era un esclavo. Defendían que era la comunidad la que tenía que elegir al califa y no los poderosos y los notables, y que estaba justificado matar a un mal califa.
En el año 661 un jariyita mató a Alí, y Muawiya quedó como califa inaugurando la dinastía omeya. Sus seguidores, los sunitas, se convirtieron en la opción mayoritaria y en la actualidad son más del ochenta y cinco por ciento de los musulmanes del mundo.
Por su parte, los chiitas siempre han sido minoritarios, y hoy en día son cerca del doce por ciento de los musulmanes. Tienen un peso muy importante en Irán, Irak y Asia Central. El chiismo ha sido en muchos momentos una opción para marcar la identidad cultural de ciertos territorios por medio de la diferencia religiosa.
Por último, los jariyitas siempre fueron aún más minoritarios y actualmente rondan el millón de seguidores.

El recuerdo de Kerbala

Kerbala está situada en el sur de Irak. Es una de las ciudades más sagradas para los chiitas. En ella se produjo una batalla en 680 que marcó la historia del chiismo: los seguidores de los omeyas masacraron a Husein, segundo hijo de Alí y último nieto de Mahoma que quedaba con vida, ya que su hermano Hasán había muerto en 669. Su cadáver fue decapitado y la cabeza llevada a la corte omeya.
Este día marca para los chiitas el comienzo de una historia de persecuciones, simboliza el triunfo de la injusticia, y se recuerda todos los años en un día de duelo que es la fiesta más importante del calendario religioso chiita. Se hacen procesiones espectaculares, donde los participantes se golpean y mortifican.

Los alidas

Los alidas son los descendientes de Alí y Fátima y, por tanto, los familiares más directos de Mahoma. El asesinato de Husein por los omeyas mostró el poco respeto que tenían los califas de Damasco por esta familia.
Por el contrario, para los chiitas, los alidas son los únicos que tienen derecho a ostentar el poder sobre la comunidad musulmana y les dan el nombre de imanes. Piensan que los tres primeros califas que sucedieron a Mahoma, Abu Bakr, Omar y Utuán, fueron usurpadores y que Alí hubiera debido ser el primer sucesor de Mahoma, y sus hijos y descendientes los posteriores califas.
Para los chiitas sus imanes no son solo líderes políticos, sino que tienen un conocimiento sobrenatural, son capaces de ofrecer la correcta interpretación en los asuntos de religión y están más cerca de Alá que ninguna otra persona. Los chiitas se han dividido en muchos grupos.
En la actualidad los chiitas gobiernan en Irán desde 1979, y fueron liderados, hasta su muerte en 1989, por el «ayatolah» Jomeini, un título religioso que quiere decir «signo de Alá.