lunes, 15 de enero de 2018



Carlos Valbuena


CARNAVALES EN EUSKAL HERRIA



Los Carnavales tienen su origen en la época romana y se celebran sobre todo en lugares de tradición católica, antes de la cuaresma. En Euskal Herria se celebran principalmente dos tipos de Carnavales, los que conservan antiguos elementos simbólicos, y los más modernos. En los del primer grupo se encuentran las mascaradas de Zuberoa y los carnavales de Lantz, por ejemplo. En los del segundo grupo, en cambio, los de Tolosa y los de las grandes ciudades.
Los contrastes entre ambos carnavales son evidentes y hay gran diferencia tanto en su extensión geográfica como en la forma de celebrarlos. En la mayoría de las localidades los Carnavales guardan estrecha relación con el euskera, tal como lo manifiestan los nombres de los personajes de la fiesta.
En los carnavales de Euskal Herria hay multitud de personajes e historias entre las que destacan los siguientes:

Éibar[editar]

Denominados aratusteak se abren con el denominado jueves gordo (eguen zuria), incluyen actividades como desfile de los alumnos de las escuelas, canciones y danzas de caldereros

Tolosa[editar]

Los carnavales de Tolosa (Guipúzcoa) son los más famosos, multitudinarios y probablemente mediáticos del País Vasco. Durante los cuarenta años de prohibición franquista los tolosarras hubieron de disimular las celebraciones camuflándolas como Fiestas de la Primavera

Oyarzun[editar]

Los carnavales de Oyarzun son los "Ihoteak" celebrados a finales de febrero y se recibe a unos personajes mitológicos llamados "Intxixuak" y "Sorginak" (brujas), que bajan desde un monte cercano hasta la plaza del pueblo dónde realizan un baile alrededor de una hoguera, portando antorchas.

Bilbao[editar]

Uno los elementos distintivos y tradicionales del carnaval en la capital vizcaína podría considerarse el juicio a Farolín y a Zarambolas en la plaza Nueva (Plaza Berria).
Lamiako Maskarada es una representación artística y festiva iniciada en 1978 sobre de la historia mitológica de Lamiako, barrio industrial de la localidad de Lejona en la provincia de Vizcaya. Se celebra cada año el último viernes de mayo. En la Maskarada se integran los personajes más representativos de la mitología vasca, siendo los más importantes las lamias.1

Ondárroa[editar]

En esta localidad costera vizcaína los personajes típicos Lantzoi y Akuli (pez aguja) que son paseados en procesión el sábado y martes de carnaval respectivamente.

Alsasua[editar]

Un momotxorro prepara el fuego para el akelarre en Alsasua
El personaje principal es el momotxorro, un disfraz caracterizado por estar adornado por una enorme cornamenta con una cesta en la cabeza, pieles de oveja, un tridente y enormes manchas de sangre sobre una gran camisa blanca.





Los personajes principales de estos históricos carnavales son los kaskabobos y las mascaritas. Los kaskabobos ataviados con trajes estilo arlequín lleno de 'zintzarris', que hacen sonar al correr por las angostas calles de la villa persiguiendo a los chavales a los que golpean con furia, y las mascaritas ocultas tras una pamela echan agua a los transeuntes en este gélido mes.

Resultado de imagen de kaskabobos


Cascante[editar]

El personaje principal de este carnaval son los zarrapoteros (personajes vestidos de blanco con cintas de diversos colores en la cabeza que recorren las calles ejecutando una danza), el ogro Osco, Antonio Calabaza y la bruja Ullaga, creados en 1993. Estos personajes recorren las calles seguidos de gaiteros y fanfarrias.

Cendea de Cizur[editar]

El personaje principal es Tartalo, que se recuperó hace unos 25 años. El sábado de carnaval se pasea a este personaje por el pueblo, se simula una fuga y luego es quemado.

Bayona[editar]

Los carnavales duran tres días: jueves, viernes y sábado. El primer día los ancianos realizan una comida con disraces, al siguiente una charanga de niños recorre la localidad con bandas musicales. Finalmente el sábado los bayoneses y sus invitados juzgan y condenan al señorito San Pansart

Siempre se le ha atribuido una connotación religiosa pero, Parece que no, por lo menos en Euskadi así lo parece. Son las fiestas populares de carácter pagano que se celebran los tres días que preceden al miércoles de Ceniza (primer día de la Cuaresma). La tradición se relaciona con la llegada de la primavera, históricamente en el pueblo vasco se ha considerado que a la madre Tierra se le despertaba con ruido y que así se le daba el punto y final al duro invierno comenzado un nuevo tiempo de siembra. Pero el origen parece que incluso es prehistórico. En este periodo donde los humanos comenzaron a convertirse en pastores. Para la gente que vivía de la caza, pesca o la recogida de frutos el cambio de temporada o estación resultaba importante pero lo era más para los pastores que pasaban la mitad del año en la punta del monte (en verano) y se refugiaban en épocas de nieve. Por lo tanto el cambio de estación era importante para ellos, ya que, significaba un cambio de vida. Por ello, para dejar atrás épocas pasadas de penurias y hambrunas se celebraba una fiesta llena de comida, música y bebida.


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