Prehistoria y primeras culturas[editar]
En tiempos prehistóricos, grupos de cazadores, pescadores, pastores y agricultores de color moreno se fueron extendiendo progresivamente por la sabana nigeriana hasta la franja de bosque tropical. Las investigaciones arqueológicas han encontrado evidencias de la presencia humana en el suroeste de la actual Nigeria por lo menos 9000 años antes de la Era Cristiana
Cultura Nok[editar]
La primera cultura conocida que se desarrolló en territorio nigeriano es la Cultura Nok, que floreció entre los siglos VI y I a. C. en la zona del río Benue.
Yoruba[editar]
Posteriormente, entre los siglos X y XIV, una nueva cultura nigeriana creció en torno a Ife, ciudad sagrada del puebloyoruba. Características de ella son unas bellas cabezas humanas en latón y terracota, cuyas admirables facciones recuerdan las del arte griego del siglo VI a. C.; estas cabezas se utilizaban para el culto de los antepasados, en especial en las ceremonias religiosas, y también en las de circuncisión de los jóvenes.
Reino de Nri[editar]
También en el país ibo se han encontrado objetos de bronce y de cobre que denotan la existencia de una cultura avanzada entre los siglos VIII y X; el Estado ibo más temprano fue Nri, que surgió hacia el 900 d. C.
Reino de Benín[editar]
Ligado a la tradición yoruba, surgió hacia el siglo XII el Reino de Benín, al suroeste del delta del río Níger, cuyo fundador fue, según parece, Eveka, príncipe procedente de Ife. De allí parece ser que también procedía la técnica que permitió el surgimiento de un arte estatuario en bronce muy estimable: cabezas de reyes y reinas, animales, bajo relieves que adornaban la fachada de los palacios reales, etc.
Estados hausa[editar]
La parte norte del país estuvo en contacto con los vecinos reinos de Ghana, Malí, Kanem-Bornu y Songhai y, a partir del siglo XIV, recibió influencias islámicas. En dicha zona, la mezcla de la población negra sudanesa con beréberes y árabesoriginó el pueblo hausa, que creó una organización política de ciudades-estado (Kano, Daura, Gobir, Katsina, Zaria, Biram,Rano) dedicadas al comercio de sal, oro y esclavos con los Estados del norte de África, y que alcanzaron su apogeo entre los siglos XV y XVII. Así, la ciudad de Kano se convirtió en un importante centro comercial y estuvo relacionada con elSudán occidental.
La situación cambió con la llegada de los pastores fulanis (o peules) que, desde hacia tiempo, habían comenzado a penetrar con sus ganados en territorio hausa. En 1790, Usman dan Fodio, un fulani que vivía en el Estado hausa de Gobir, rompió con sus gobernantes y proclamó contra ellos la guerra santa, basándose en que los reyes hausa eran poco menos que paganos. El movimiento encabezado por Dan Fodio implicó la sustitución de las viejas dinastías hausa por emiresfulanis, el más importante de los cuales será el de Sokoto.
Imperio oyo[editar]
Durante el último tercio del siglo XV, la costa nigeriana fue explorada por los portugueses. En 1485 llegó a Benín la expedición de Joao Alfonso d'Aveiro -que trajo las primeras armas de fuego y las primeras semillas de coco-, iniciándose desde entonces un continuado comercio con los europeos, centrado principalmente en la trata de esclavos, a la vez que hacían su presencia los primeros misioneros cristianos. El tráfico de esclavos llegó a adquirir tal magnitud que la región pasó a conocerse como “Costa de los Esclavos”.
Cuando se estableció el comercio atlántico con las potencias europeas, algunas ciudades-estado locales, como Benín y la yoruba Oyo, se hicieron poderosas política y económicamente, mientras que otras, como Ife, declinaban, aunque esta última conservó su importancia como centro religioso. Oyo, al borde de la sabana entre Ife y el río Níger, supo explotar su posición para actuar como intermediario comercial y pudo organizar un ejército de caballería en las praderas libres de mosca tsé-tsé. Durante el siglo XVII, Oyo impuso su supremacía el reino de Nupé y sobre sus parientes yoruba, establecidos más al sur, y gran parte del comercio de esclavos de Nigeria se trasladó desde Benín a puertos como Badagri y Lagos.
Periodo precolonial 1500-1800[editar]
Estados igbo[editar]
Otro importante exportador de esclavos fue la confederación liderada por los aro, un clan de origen “mixto” igbo e ibibio, cuya patria estaba en la región próxima alrío Cross. Desde finales del siglo XVII, los aro construyeron una compleja red de alianzas y tratados con muchos de los clanes ibo y su famoso oráculo, Chukwu, pasó a ser sumamente respetado. Así, su influencia religiosa como sacerdotes del oráculo, junto con una combinación de perspicacia comercial y habilidad diplomática, permitió a los aro crear un importante imperio mercantil al este del Níger.
Los igbos del interior servían de intermediarios comerciales con los pueblos del litoral, que les vendían sal y les compraban esclavos para venderlos a los europeos. Eran una comunidad poco estructurada, aunque practicaron desde muy antiguo el comercio a larga distancia, como lo demuestra la utilización de minerales importados para la artesanía del bronce.
Akwa Akpa (Vieja Calabar)[editar]
En el delta del Níger también se fueron constituyendo pequeños Estados para controlar los beneficios de la trata. Nos encontramos así frente a una multitud de pequeñas ciudades de constitución aparentemente “republicana” (Vieja Calabar,Brass) o monárquica (Bonny o Nueva Calabar), que utilizaban las instituciones tradicionales de las sociedades acéfalas, secretas, para mantener una apariencia de autoridad. El representante de la familia fundadora de la ciudad o aldea, que en la tradición africana gozaba de cierta preponderancia jerárquica, presidía la asamblea del pueblo; solía tener a su cargo la representación de la comunidad frente a los extranjeros a cuyos ojos aparecía como un verdadero jefe, aunque la mayoría de las veces no ejercía en absoluto la correspondiente autoridad. En la práctica el poder estaba en manos de una oligarquía de la riqueza que se apoyaba en el juego de las citadas asociaciones de carácter religioso o militar.
Finales del siglo XVIII[editar]
Hacia finales del siglo XVIII, después de más de tres siglos de comercio europeo, en las costas de la actual Nigeria la influencia europea no se había dejado sentir demasiado y la de las misiones también había sido escasa; sólo los primeros portugueses se habían interesado en la expansión del cristianismo.
Fue en ese tiempo que comenzó la decadencia de Oyo y, con ella, una época de grandes cambios. Según la tradición, la descomposición del Imperio de Oyo se inició hacia 1793 cuando el alafin (rey) Aole cometió el sacrilegio de querer atacar la ciudad de Apomu, que dependía de Ife, ciudad santa de los yorubas. Al ser repudiado, se suicidó hacia 1796; siguió luego un interregno de una veintena de años, que fue un periodo de inestabilidad política y económica (1797-1817).
De hecho, la situación respondió en gran parte a las transformaciones que estaban comenzando a operarse tanto en el norte como en el sur. En el norte, los musulmanes fulani-hausa, bajo el mando de Osman dan Fodio, conquistaron el reino de Nupé y, desde allí, avanzaron hacia la región yoruba septentrional. La zona, en la que el Islam se convirtió en la religión de Estado, fue dividida en emiratos dependientes de Sokoto. La toma de Ilorin (1832) provocó la disgregación definitiva del Imperio de Oyo. La barrera fulani cerraba la principal fuente de esclavos y las luchas intestinas acabaron de sumir al país en la confusión. La población se vio obligada a emigrar en masa y a instalarse en las inmediaciones de la región boscosa, en el Nuevo Oyo, hacia 1837.
En el sur, a partir de la década de 1810, varios pueblos empezaron a sacudirse el yugo de Oyo y a combatir unos contra otros para extender sus fronteras y controlar las rutas comerciales. A consecuencia de estas guerras (las “guerras yorubas”), gran número de cautivos fue reducido a la esclavitud, convirtiéndose esta zona en uno de los mercados esclavistas más importantes de África occidental. Así, nuevos centros de poder -Ibadán, Abeokuta, Owo y Warri- pasaron a disputarse el control del tráfico negrero, en un momento en que los británicos no solo habían abandonado de dicho tráfico sino que, además, se dedicaban a perseguir a los barcos de los tratantes de esclavos. Bajo presión británica, la gran mayoría de las restantes potencias marítimas europeas aceptaron gradualmente declarar ilegal el comercio de personas.
Periodo británico[editar]
Abolición de la esclavitud[editar]
La abolición de la trata marcó un viraje decisivo en todo el sur de la actual Nigeria. La crisis fue superada por la readaptación de los jefes de la costa que organizaron un lucrativo mercado del aceite de palma, por lo que la zona fue denominada “los Ríos de Aceite” (Oil Rivers). El iniciador fue el rey Opubu “el Grande”, de Bonny (1792-1830), quien tomó la iniciativa de simultanear el tráfico de aceite con el de esclavos, basando su prosperidad en una flota de grandes piraguas armadas con pequeños cañones. Pero, el poderío de los pueblos mercaderes de la costa fue progresivamente quebrantado por el avance británico.
Exploración[editar]
En 1830, los hermanos Richard y John Lander —Richard había sido el único superviviente de la expedición de Hugh Clapperton— que habían botado su embarcación en el Níger medio, llegaron, para estupor de todo el mundo, a los Ríos de Aceite, constatando con seguridad que estos constituían simplemente el delta del Níger, cuya desembocadura se ignoraba hasta entonces. El Reino Unido, que todavía no se había interesado oficialmente por esta región que parecía sin futuro, una vez que se hubo descubierto que se trataba del delta del Níger cambio de opinión. Los mercaderes británicos frecuentaron mucho más la zona y el cónsul británico en la isla de Fernando Poo fue declarado competente en los asuntos del delta.
Colonia de Lagos[editar]
En 1861, con la excusa de evitar los enfrentamientos entre africanos, la ciudad de Lagos es ocupada y convertida en colonia de británica, iniciándose con ello la penetración. Veinte años después, el cónsul de Reino Unido en Fernando Poo pasó a residir en Calabar, teniendo bajo su jurisdicción todo el territorio costero desde Lagos a Camerún.
Paradójicamente, la gran depresión económica de 1873-1895 tuvo un efecto dinámico sobre la expansión europea: la exasperación de las rivalidades comerciales llevó a los comerciantes y a los administradores locales a promover un nuevo equilibrio político. De 1851 a 1881, el precio del aceite de palma cayó de 40 a 22 libras la tonelada. Frente a la reducción de sus márgenes de beneficios, las compañías de Lagos (12 en 1880, solo 5 en 1892) se vieron enfrentados a dos objetivos contradictorios: aumentar la masa del producto y el precio de las mercancías que intercambiaban con los nativos, todo al mismo tiempo. La crisis ocasionó una guerra comercial, no solo entre ingleses y franceses, sino también entre europeos y africanos. Los Estados productores nativos también tomaron medidas coercitivas; el fraude aumentó por ambas partes y el cierre de las rutas comerciales se hizo cada vez más frecuente. Al mismo tiempo, como muchos jefes del interior vivían aun del comercio negrero de contrabando, cuando este resultó impracticable recurrieron, de manera natural, a sus procedimientos tradicionales: el saqueo de los vasallos y el tributo. Pero, estos métodos parecían cada vez más anacrónicos en el mundo del capitalismo internacional. Ello dio lugar a la intensificación del movimiento intervencionista: los comerciantes británicos reclamaron protección, superflua mientras los negocios habían sido prósperos. La Cámara de Comercio de Lagos, vinculada con los puertos de la metrópoli, responsabilizó del marasmo a las jefaturas nativas. Las compañías estaban apoyadas por los administradores locales quienes, inquietos al ver avanzar a los franceses y alemanes en las regiones vecinas y deseosos de paliar la mediocridad del presupuesto colonial mediante la expansión hacia el interior de los ingresos aduaneros, mostraron la tendencia a colocar, en muchos casos, a la metrópoli ante los hechos consumados.
Un negociante británico oriundo de la isla de Man, George Goldie, más tarde sir George Taubmann Goldie, se interesó por el Níger a partir de 1877. Tomó rápidamente el control del comercio en el delta y constituyó la United African Co., que en 1882 se convirtió en la National African Co. Ltd. En cierta medida repite la operación de Cecil Rhodes en África del Sur y, en connivencia con el Gobierno británico, remonta el curso del Níger que los franceses están intentando descender desde el interior.
Enoh: muy completo
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