domingo, 29 de noviembre de 2015

Los Reyes Católicos

Denominación que recibe el matrimonio de Isabel I de Castilla (Madrigal, Ávila, 1451 - Medina del Campo, Valladolid, 1504) y Fernando II de Aragón y V de Castilla (Sos, Zaragoza, 1452 - Madrigalejo, Cáceres, 1516), en virtud del título deCatólicos que les otorgó una bula de Alejandro VI (1494) y que se transmitió a sus sucesores como titulares de la Monarquía Católica.
Eran hijos de Juan II de Castilla y de Juan II de Aragón, respectivamente. La princesa Isabel desafió a su hermanastro, Enrique IV, al encabezar la rebelión de los nobles castellanos dejándose proclamar heredera del trono; un primer enfrentamiento se saldó con el reconocimiento por el rey de los derechos sucesorios de Isabel (Vista de los Toros de Guisando, 1468). Para reforzar su posición, Isabel se casó con el príncipe heredero de Aragón, Fernando, en Valladolid (1469); Enrique IV se opuso a aquel enlace y desheredó a Isabel en favor de su hija Juana la Beltraneja (1470).

Isabel y Fernando, los Reyes Católicos
(óleo de Francis De Blas)
Cuando Enrique murió, en 1474, Isabel se proclamó reina de Castilla; pero los partidarios de Juana la Beltraneja, apoyados por Portugal, se resistieron, desencadenando la Guerra Civil castellana de 1475-79. Isabel y Fernando se impusieron en las batallas de Toro y Albuera, que determinaron el reconocimiento de Isabel por las Cortes de Madrigal (1476) y la firma del Tratado de Alcaçovas con Portugal (1479). Aquel mismo año Fernando fue proclamado rey de Aragón, por la muerte de su padre.
El matrimonio de los Reyes Católicos unificó por primera vez la Corona de Castilla y la Corona de Aragón, que pasarían juntas a sus sucesores, dando lugar a la Monarquía Hispana. Pero la unión personal de los reinos no entrañó la integración política de sus instituciones, pues cada reino mantuvo su personalidad diferenciada hasta la aparición de España como Estado nacional en el siglo XIX. Los Reyes Católicos intentaron completar la unificación peninsular mediante una serie de enlaces matrimoniales de sus hijos con príncipes portugueses, todos los cuales fracasaron por fallecimientos prematuros.
En cuanto al último territorio musulmán que quedaba en la península Ibérica, el reino nazarí de Granada, los reyes impulsaron la Guerra de Granada (1480-92), que determinó su integración en la Corona de Castilla. Acabada así la Reconquista, dirigieron el empuje conquistador de Castilla y Aragón hacia otros ámbitos geográficos: por un lado, impulsaron la penetración en el norte de África, concluyendo la conquista de las Canarias (1496) y estableciendo bases en Mazalquivir, Orán, Bugía, Argel y Trípoli; por otro lado, respaldaron a Cristóbal Colónen su intento de buscar una ruta marítima hacia Asia por el oeste, empresa que condujo al descubrimiento de América (1492).
Tan pronto como se instalaron en el trono, los Reyes Católicos se dieron a la labor de fortalecer el poder monárquico, recortando los privilegios de la nobleza. Incorporaron a la Corona los maestrazgos de las órdenes militares, centralizaron la administración en torno al Consejo Real, redujeron los poderes de las Cortes, nombraron corregidores para controlar los municipios, reforzaron mecanismos de control como la administración de justicia y el ejército, crearon otros nuevos como la Santa Hermandad y la Inquisición (1478) y reformaron el clero (1494). Para fortalecer la integración de sus reinos en torno a la religión cristiana, decretaron la expulsión de los judíos que no estuvieran dispuestos a convertirse (1492); una medida similar se adoptó con respecto a los musulmanes en 1502

1 comentario:

  1. Aaron: me cuentas si lo has hecho tú solo. Un saludo, adelante , ya falta menos...

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